En concreto, la investigación ha descubierto que los anuncios mostrados junto a escenas violentas son más fáciles de recordar para los jugadores que aquellos mostrados junto a contenido no violento, a pesar de que, en el prer caso, los jugadores pasan menos tiempo mirando los anuncios.
El estudio fue realizado con un juego de carreras diseñado específicamente para probar la forma en que la violencia afecta a la respuesta del jugador ante la publicidad insertada en el juego. Con él, se descubrió que los participantes que jugaron una versión violenta del juego, donde el objetivo consistía en atropellar a peatones, mostraron una capacidad significativamente mayor para recordar las marcas anunciadas, que aquellos que jugaron a una versión no violenta del mismo juego.
Con la comprensión acerca de cómo funciona la publicidad en los juegos se pretende ayudar a las compañías fabricantes a mejorar sus estrategias publicitarias, aunque los especialistas señalan que algunas marcas se quedarán siempre al margen de la publicidad en juegos violentos para proteger su agen pública.