Lo peor de la Gripe A es que es nueva para la población, al menos en humanos. Y gran parte de la alarma que genera, viene de la huella que dejó en el recuerdo aquella peste cina del año 1917, que causó cuarenta millones de muertos en el planeta. Eran otros tiempos, no existían vacunas ni Tamiflu, ni drogas para combatirla.
Hoy día, los más optistas saben que la Gripe A es menos letal que la gripe común de todos los años, que se lleva miles de vidas en nuestro país. ¿Por qué tanta alarma y tantas apariciones públicas de la Ministra de Sanidad, consejeros de Sanidad y estamentos sanitarios? Muy sencillo.
Es tante explicar a la población que los protocolos epidemiológicos que establece la máxa autoridad internacional sanitaria, la Organización Mundial de la Salud (OMS), siempre son especialmente precavidos. Cuando alguna nueva enfermedad irrumpe mediante el efecto del contagio aeróbico, es fácil que se expanda vertigionosamente y, si bien hasta ahora sólo se ha podido determinar que son los afectados con enfermedad asociada o embarazadas con algún tipo de patología propia, los que han tenido un desenlace fatal con resultado de muerte, lo bien cierto es que hay que tener, desde el punto de vista epidemiológico, todas las alaertas puestas, todas las corrientes de investigación y análisis abiertas si al caprichoso virus H1N1 le diera mutarse y ser inmune a los medicamentos que, a día de hoy, lo combaten en casi el cien cien de los casos.
Así es cómo funciona y debe funcionar el Instituto Nacional de Epidemiología de nuestro país que, a la vez, y hoy más que nunca debido a la globalización, ha de estar en permanente conexión con los de todos los demás países y coordinados la OMS. En este sentido, es digno de destacar la estrecha colaboración existente entre la Ministra Trinidad Jénez y el Consejero de Sanidad del Gobierno de Esperanza Aguirre, Juan José Güemes, quienes, dejando de lado sus disensiones políticas partidistas, luchan codo con codo una actuación correcta, informativa y eficaz para atajar y prevenir dicha Gripe en Madrid. Y esto es aplicable a los consejeros de Sanidad de prácticamente todas las Comunidades Autónomas.
El dato a tener en cuenta es que, con la llegada del otoño, se espera un rebrote de la Gripe A, como todos los años se espera un rebrote de la Gripe común. Es absurdo alentar otro brote inútil y asociado de alarma tonta entre los ciudadanos.
Es preferible que se origine una sensación de alarma templada e inteligente que induzca a la población a seguir las medidas preestablecidas: menos besos y manoseos públicos, lavarse permanentemente las manos, ante los síntomas de cualquier gripe, acudir inmediatamente a los centros de Salud y, si así se indica, quedarse en casa y establecer una cuarentena. La prevención y la calma son la mejor medicina en estos casos.
Concha Minguela
Directora de Gente en Madrid