La represión marroquí hacia la prensa suma un nuevo capítulo con el veto al El País reproducir tres caricaturas de la familia real, una publicada Le Monde y otra el diario Akhbar al Yaoum.
Tanto Le Monde como el diario Akhbar al Yaoum de Casablanca fueron vetados con anterioridad la misma razón, caricaturizar a la familia real de Marruecos. El sábado el Ministerio de Comunicación de Marruecos vetó también la distribución de El País ‘atentar contra la institución monárquica’ al publicar estas dos caricaturas en las que aparecen el rey Mohamed VI y su pro hermano Moulay Ismael.
La viñeta de Le Monde, del dibujante francés Jean Plantu, había sido publicada en tada Le Monde el jueves pasado y, en consecuencia, su distribución fue prohibida al día siguiente en Marruecos. La segunda viñeta, del dibujante marroquí Khalid Gueddar, fue publicada a finales de septiembre en el diario Akhbar al Yaoum de Casablanca. El Ministerio del Interior reaccionó cerrando ese rotativo mientras la fiscalía procesó a su director y al caricaturista.
Esta vez ha sido el periódico español el que ha sufrido la represión del país, aunque según el ministro tavoz el Gobierno, Khalid Naciri no tienen ningún problema con El País, pero no le permitirán como no le permitieron a Le Monde que atente contra la institución monárquica marroquí. Según Naciri ‘el papel de la prensa no es el de provocar’.
Gracias a Intet se pudo pasar alto la censura marroquí, puesto que le la página web de El País se mantuvieron colgadas las dos caricaturas que se reprodujeron de Le Monde y del diario Akhbar al Yaoum y además una tercera de Jean Plantu, que comparaba a Mohamed VI con el presidente de Túnez, Ben Alí, que acababa de expulsar de su país a una periodista de Le Monde. El acceso a la versión online del diario se mantuvo abierto en Marruecos.
La represión que sufre la prensa en Marruecos lleva padeciéndose con más intensidad desde el pasado julio. Alí Anouzla, director del diario Al Jarida Al Oula, fue condenado a un año de cárcel, y una de sus periodistas a tres meses, haber comentado el comunicado del palacio real, de finales de agosto, en el que se informó que el monarca padecía una infección con rotavirus, aunque finalmente no ingresarán en prisión.
Sí que se ha encarcelado a Driss Chatane, director del semanario Al Michaal, condenado a un año escribir y tratar de procionar datos adicionales sobre la infección con rotavirus que obligó al soberano a una convalecencia de cinco días. Otros dos periodistas de esa publicación fueron condenados a tres meses aunque no entraron en la cárcel.
Por su parte la FAPE ha enviado un comunicado lamentando que el Ministerio de Comunicación marroquí opte la censura para prohibir un medio que ha cumplido con su responsabilidad de informar y advertos que este tipo de actitudes amenazan seriamente el pluralismo informativo de Marruecos, país que hace gala de encarnar una democracia pluripartidista que permite la existencia de unos medios de comunicación independientes.
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