A pesar de que la siniestralidad leve se ha reducido en un 1,4% en 2009, cada 15 segundos se produce un golpe de chapa en algún punto de España. Al tratarse de una siniestralidad básicamente urbana, las frecuencias más elevadas se concentran lógicamente en las provincias con grandes ciudades. De hecho, según ha dado a conocer Unespa, Cáceres, Badajoz y Palencia se encuentran entre las pocas ciudades en donde ha aumentado este tipo de siniestros leves. Por el contrario, Castellón, Zaragoza y Valencia han registrado la reducción más intensa.
En el año 2009 se produjeron en España más de dos millones de accidentes leves del tráfico (2.048.715), es decir aquellos producidos entre dos vehículos de diferentes entidades aseguradoras (lo que se conoce como ‘golpes de chapa’). El descenso en el uso del coche debido a la crisis económica ha contribuido a que este dato haya descendido un 1,4% respecto al año anterior.
Al respecto, los datos facilitados la patronal Unespa han dado a conocer que el vies sigue situándose como el día más propenso para sufrir un accidente leve. De hecho, el vies 9 de enero se situaba como el día de mayores accidentes de chapa de 2009, fecha en la que se produjo una tante nevada en la que se llegó a producir un golpe cada 8 segundos. Asismo, el segundo día más accidentado fue un lunes, 21 de diciembre, pero también influido la nevada previa a la navidad.
En este sentido, hay que señalar que Madrid y Barcelona siguen registrando el mayor número de golpes de chapa, cada 2 minutos y cada 2 minutos y 25 segundos, respectivamente.
Sin embargo, estos pequeños golpes suelen encontrar una temprana asistencia y reparación. El sistema CICOS es una cámara de compensación de entidades aseguradoras del automóvil ligado a convenios de indemnización directa, es decir, un acuerdo mediante el cual las aseguradoras se comprometen a atender determinados siniestros (en estos casos, los daños materiales como consecuencia del choque entre dos vehículos) sin esperar a la definición de culpabilidad del accidente.
Pero, ¿cómo funciona? Tras producirse al accidente, los plicados rellenan o no la Declaración Amistosa de Accidente. Ambos comunican el siniestro a su compañía y la entidad aseguradora del conductor no responsable de accidente comunica el siniestro al Sistema. La compañía de la persona que no ha sido responsable del siniestro procede a reparar el vehículo de su asegurado o a abonar los daños que hubiese tenido, una vez dispone de la conformidad de la otra entidad. Posteriormente, y en el marco de los convenios CIDE/ASCIDE, la gestión se realiza en unos plazos muy ágiles que obligan a las entidades a resolver los siniestros con contrario en breve período de tiempo, lo que repercute favorablemente en el servicio recibido los asegurados.
Para finalizar, la entidad del conductor culpable paga un módulo (cantidad fijada siniestro, independientemente del coste real) a la entidad del conductor no culpable. Hay que destacar que este pago de los módulos todas las entidades aseguradoras se compensan en una sola operación de pago.
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