Al secretario general del Partido Socialista de Madrid le gusta ir deprisa. Tomás Gómez es motero y nada le hace disfrutar más que subirse en su moto y apretar el puño para sentir la velocidad en los pocos ratos que le deja libres la política, su otra pasión. La adrenalina que le produce el cuentarrevoluciones cuando roza la zona roja del velocímetro sólo es comparable con el vértigo de la política. Tomás Gómez disfruta de ambas y eso esta semana ha competido en el ‘Gran Premio de Ferraz’, en el que salía con desventaja. La encuesta de El País que revalida la mayoría absoluta a Esperanza Aguirre ha sido un jarro de agua fría para sus expectativas como candidato. Pero más duro ha sido el reiterado desdén de Pepiño Blanco hacía su candidatura, explicitado en el mitin de Fuenlabrada donde todo el mundo percibió el escaso afecto profesado el vicesecretario general socialista y ministro de Fomento hacia el líder madrileño. Tomás Gómez no quiere esperar al otoño para que las federaciones designen las candidaturas ante la tesitura de que Ferraz acabe poner un candidato alegando que Madrid es una ‘cuestión de Estado’, y se ha visto en la necesidad de dar un acelerón. Por eso metió gas en la ejecutiva del PSM y arremetió contra Blanco, echando un pulso a la federal y reivindicando la autonomía de los socialistas madrileños a nombrar sus candidatos. Un arriesgado órdago lanzado a Ferraz que puede acabar arrastrándole. Pero Tomás Gómez es el secretario general del PSM, se sabe fuerte y va a llegar hasta el final sometiéndose a unas prarias si fuera necesario. Cuenta con el apoyo de Leire Pajín y del propio Rodríguez Zapatero, con el que tiene línea directa. En el PSM son muy conscientes de los resultados obtenidos en anteriores operaciones de ‘paracaidismo político’ con candidatos de renombre que se pegaron monumentales batacazos. Si el PSM reclama unas prarias, veremos qué candidato de diseño se atreve a pasar ellas. De momento ha provocado el cierre de filas de una treintena de alcaldes socialistas que han suscrito un comunicado de apoyo en el que reiteran el trabajo de la ejecutiva regional en la dirección adecuada “con Gómez a la cabeza” para lograr el objetivo de vencer en las urnas a la ‘Valentina Rossi’ de la Puerta del Sol. Lo malo es que entre los ‘abajofirmantes’ no se encuentran alcaldes de municipios tan tantes como Leganés, Fuenlabrada o Collado Villalba. Y que Ferraz perdona, pero no olvida.
Alberto Castillo
Director de Gente en Madrid