En la Tierra a sábado, noviembre 23, 2024

UNA ISLA PERDIDA EN EL MAR. Y después de Carter, ¿qué?

Nueve años después de aquel histórico viaje, donde habló de la disidencia interna y del Proyecto Varela, en su conferencia dictada en el aula Magna de la universidad de La Habana, James Carter vuelve a Cuba. En esta ocasión, según los medios informativos, invitado el gobernante Raúl Castro. Hasta este momento sabemos que visitó a los representantes de la comunidad judía en la isla, donde casi seguro conversó sobre Alan Gross, el contratista estadounidense, a quien el régen cubano sentenció a 15 años de prisión suspuesto espionaje y sostuvo un intercambio de opiniones  de una hora con el cardenal Jae Ortega Alamino. Después de un silencio absoluto inicial, se ha conocido la posibilidad de un encuentro del expresidente Jmy Carter con la disidencia cubana. Quizá el principal aspecto planteado el gobierno cubano,realizado adelantado, a su agenda de trabajo le solicitaba no encontrarse con los opositores pacíficos al régen. Nada nuevo. Esto es lo normal ante cada personalidad que accede a visitar la isla.

 

A modo de bienvenida, desde el domingo 27, víspera de su arribo a La Habana, donde fue recibido el canciller Bruno Rodríguez Parrilla en el aeropuerto internacional José Martí, las detenciones y encierros domiciliarios de opositores y disidentes cubanos han sido el plato fuerte del día.Temor al posible encuentro entre el expresidente estadounidense y la sociedad civil cubana. Temor a que se conozca la verdad. Esa es la razón. Motivos para reprir una pequeña manifestación pacífica cercana al Capitolio Nacional en la calle Prado en el centro de la capital cubana. Motivos para reprir a hombres y mujeres en la ciudad de Santa Clara, y en la oriental provincia de Guantánamo. Temor, motivo más que suficiente para mantener todavía encarcelado a Rafael Ibarra Roque, quien ha pasado casi 17 de los 20 años a que fue sentenciado en prisión, a Rolando Sarraff y a Esto Borges, quienes con honor han defendido su posición de exmilitares en desacuerdo con la marcha del sistema totalitario del Socialismo Tropical Cubano.

 

Quizá Carter haya aceptado la invitación de Raúl Castro para tratar de lograr la excarcelación de Alan Gross, a lo mejor llevó una petición para liberar a estos presos políticos cubanos y muchos más que aún permanecen en las mazmorras castristas, no dudo de que solicite cambios en la politica de Cuba en busca de un acercamiento para con los Estados Unidos, solo que en este caso se puede aplicar un viejo refrán: ‘una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero’.

 

Nuevamente Jmy Carter llega con sus mejores intenciones a Cuba, la Cuba en la que vivió durante algunos años antes de 1959, la Cuba que lleva dentro de su alma, a la que pretende ayudar, pero, ‘de buenas intenciones está lleno el mundo’. Fue en el año 2002 cuando el expresidente estadounidense habló a través del sistema únificado de la Televisión Cubana del Proyecto Varela única ocasión en que el gobierno cubano permitió esto y en el 2003  ocurrió la ola represiva contra pacíficos disidentes y periodistas independientes conocida como La Pravera Negra. No le echo la culpa de lo ocurrido, pero espero en esta ocasión no sea el preámbulo de una historia negra contra blogueros y opositores al caduco régen que desgobierna a Cuba desde hace más de 50 años.

 

Una isla perdida en el mar

JULIO CÉSAR GÁLVEZ

Periodista

Exprisionero de conciencia cubano del Grupo de los 75

 

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