INCLUYE VÍDEO La película ‘Bicicleta, cuchara, manzana’ desvela la lucha del ex presidente de Cataluña, Pasqual Maragall, contra el Alzheer. La película que se estrenará en octubre en cines, destinará parte de sus beneficios a la lucha contra el Alzheer a través de la Fundación Pasqual Maragall Alzheer Internacional.
El Alzheer, dicen muchos, se está convirtiendo en una epidemia debido al aumento de la esperanza de vida. Actualmente afecta al 10 ciento de la población mayor de 65 años y casi al 50 ciento de los mayores de 85 años, y algunos expertos apuntan a que en 25 años los enfermos pueden incrementarse en un 75 ciento. Aún sin causas conocidas ni tratamiento eficaz, la enfermedad sigue estigmatizada en la sociedad, y muchas familias, se aislan cuando uno de sus miembros es diagnosticado. Pasqual Maragall y su familia han querido romper con el estigma y dejar de vivir en silencio y una película dará a conocer cómo él y su entorno afrontan esta batalla perdida.
Durante dos años, un equipo dirigido el director nominado al Oscar el documental ‘Balseros’, Carles Bosch, ha seguido los pasos del ex político y cuenta con los testonios en prera persona de su esposa Diana, así como de sus tres hijos y su entorno más cercano, que junto a científicos, y otros enfermos ofrecen un relato ’emotivo y valiente’, aseguran los que han visto la cinta.
‘Bicicleta, cuchara, manzana’ además de contar una historia humana, es un documento que muestra en qué momento se encuentran las investigaciones y trabajos en torno al Alzheer. Además el tono del documental, cercano al thriller según el director, hacen del documental una película entretenida y que ‘engancha’. ‘No puedo aginarme esta película sin que se explique el abc de la enfermedad, ya que Bicicleta, cuchara, manzana tiene objetivo el ser útil. Cuanto más útil, mejor película, y cuanto más entretenida y atractiva, más útil y necesaria’, explica el director de la cinta, Carles Bosch, cineasta y periodista.
‘En esta película, el Alzheer se ve y se entiende a través de los otros personajes (los que configuran el entorno del enfermo) y, a medida que la enfermedad avanza, ellos van adquiriendo mayor peso narrativo‘, comenta Bosh, para quien era tan tante la historia humana, como la situación real de la enfermedad. El protagonismo de Maragall, según explica el director, se debe a una amistad que viene de hace años, desde las olpiadas de 1992, y además, centrarse en un solo paciente le ha servido para mostrar los detalles de la enfermedad.
‘No quiero que la enfermedad me doblegue, que me arrincone y me dije en casa sin moverme, no’. Este es una de las presiones del Maragall más cercano, el Maragall enfermo de Alzheer, el Maragall de ‘Bicicleta, cuchara, manzana’. La película se estrenará en cines el próxo mes de octubre, y ha sido seleccionada para participar en la sección oficial del Festival de cine de San Sebastián, aunque fuera de competición.
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