Las episiotomías, que no deberían exceder del 20% en los países comunitarios, a juicio de la OMS, sigue siendo una práctica muy generalizada en los hospitales españoles, a pesar de las diferentes posiciones de rechazo cuando se abusa de esta práctica innecesariamente, incluida la de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Esta pequeña intervención quirúrgica, que se realiza en el parto en el momento de la salida del bebé, consiste en una incisión en la zona del perineo, con el fin de aumentar la longitud del canal del parto. El corte quirúrgico afecta a la piel, al plano muscular y a la mucosa vaginal.
La operación, sin duda de cierta agresividad, puede presentar problemas secundarios, como movientos dolorosos, infecciones, pérdidas de orina y complicaciones en las relaciones coitales. Muchas y muy variadas son las causas que llevan a las episiotomías innecesarias, pero no vamos a entrar aquí a debatirlas. Hablaremos de la forma fisiológica de prevenir un alto número de ellas.
Se recomienda la fisioterapia obstétrica como mejor alternativa. Los especialistas aconsejan iniciar la gnasia prenatal a partir de la semana 32 de gestación. En este sentido los masajes perineales y la realización de ejercicios con los llamados ejercitadores pélvicos son una elección ópta. Algunos estudios clínicos han demostrado que este tipo de entrenamiento es altamente eficaz, ya que cuatro veces más mujeres usuarias del ejercitador pélvico tuvieron un parto sin ningún tipo de lesión en comparación con aquellas que no lo practicaron.
Si desean probarlo, áno a quienes vayan a ser mamás pronto.
Mayka Sánchez