Cada día que pase, se irá sabiendo lo que realmente ocurrió en el Consejo de Administración de TVE que ha motivado la escandalera del año en la familia periodística.¡ Tantos ERES!, ¡tantos despidos!, ¡tanto dinero público gastado!, para que, al final, unos comisarios de chichi nabo se tomen en serio las consignas partidistas e intenten colarnos la puerta de atrás, como acaban de hacer con la Constitución, unas reglas del juego ya superadas en el tiempo.
Dice el Mundo, que detrás de todo, está el incombustible Sacaluga, al que señala como el gran muñidor de las alianza PP, PSOE, Convergencia y ¡quien lo iba decir!, Comisiones Obreras. No lo se, pero el ambicioso sujeto tiene unas ideas sobre la independencia informativa nada recomendables y quienes le han hecho caso, lo que se ha podido comprobar, una genética de “tontos del cátodo”con permiso del sabio Faraday.Un apaño que, visto a toro pasado, certifica el escaso cerebro de los participantes, incapaces de vislumbrar, que esto ya no toca y menos, en plena campaña electoral. ¿Y que hay que hacer ahora?. Pues, la profesión, seguir repartiendo estopa, para que nadie lo olvide, especialmente, los verdaderos inductores del torpe engendro y los interesados, ditir irrevocablemente, considerándose plenamente inhabilitados, in saecula saeculorum para el cargo, con prohibición expresa de acercarse a Prado del Rey durante la dos próxas legislaturas. Si además, cada formación política le abre un expediente informativo interno a cada uno de los que les han dejado en ridículo, pues, mejor que mejor. Sobre todo, si quieren que la gente les crea que ellos no han tenido nada que ver. Y a los consejeros de UGT e Izquierda Unida que han cumplido con su obligación votando en contra, que les renueven el mandato.
Manuel Fernando González
Editor y Director