Nadie cuestiona ya que el mundo de la comunicación está inmerso en un proceso de cambio profundo desde todos los frentes. A los efectos propiciados la propia crisis económica, que ha dejado un panorama desolador tras la sucesión de cierres y reducción de plantillas en los medios de comunicación tradicionales, se une la explosión de la era digital, que ha propulsado la aparición de nuevos canales y formas de expresión: posts, tuits y blogs conviven hoy en día con notas de prensa o artículos de opinión.
Tampoco podemos olvidar la revolución tecnológica, que ha cambiado la forma de relacionarse entre las personas, y la proliferación de dispositivos móviles, que permite a cualquier persona anóna convertirse en periodista y retransmitir cualquier hecho a través de su cámara o móvil.
Todavía son muchos los que se resisten a aceptar esta realidad, ya instalada desde hace tiempo. Esto lleva a muchas empresas a diseñar estrategias de comunicación “bipolares”, que no integran el mundo real/tradicional y el digital, cuando la comunicación offline y online deberían ser complementarias. Otras muchas siguen otorgando mayor relevancia a las apariciones en los medios tradicionales, menospreciando a los medios digitales y la influencia de los blogs.
Precisamente los blogs son uno de los nuevos medios de comunicación que más ha proliferado en estos nuevos tiempos. Muchos de ellos llevan ya una década de trayectoria y empiezan a tener un carácter más profesional, no sólo siendo más rigurosos y responsables con el contenido lo que les otorga mayor credibilidad sino también aplicando criterios de rentabilidad. Incluso los propios medios conscientes también del éxito de esta fórmula han incorado blogs, los cuales a veces son más leídos incluso que las propias noticias.
Otra de las tendencias crecientes en el sector de la comunicación es el llamado periodismo de marca o brand journalism, un fenómeno en auge que está llevando a muchas compañías a crear canales de comunicación propios diseñados con criterios periodísticos. Portales informativos de gran valor que ayudan a generar reputación.
Ante este nuevo paradigma, empresas y periodistas debemos tener en cuenta que el objetivo sigue siendo el mismo: trasladar la información, aunque el canal condicione el formato del mensaje. Todos sabemos que estos cambios están afectando de forma drástica a la profesión periodística y al diseño de las estrategias de comunicación. En este contexto tan complejo donde nos situamos hoy en día nuestra labor como consultores de comunicación cobra, si cabe, mayor sentido. Se trata splemente de guiar al cliente a través de estas nuevas formas de hacer periodismo, ayudarle en definitiva a adaptarse al cambio.
Blanca Salgado, consultora de Grayling