Entre un 2 y un 3% de la población es superdotada, pero eso no equivale a tener un expediente brillante. Si no se identifica a tiempo puede derivar, incluso, en fracaso escolar. Por eso, la Fundación CEIM y la Comunidad de Madrid promueven el único programa que existe en Europa para potenciar el talento de los alumnos con altas capacidades.
Alfonso Alhambra tiene 22 años y está a punto de finalizar el Grado de Informática y el de Matemáticas; durante 5 años ha sido alumno de este programa y, además, ahora acaba de recibir una beca de parte de la familia de Max Mazín, pulsor del programa, para que pueda continuar sus estudios de posgrado: ‘Muchas veces la gente tiende a pensar que los superdotados lo tienen fácil pero no es así. Este programa pretende facilitar a los alumnos esa integración en sus clases y motivarles para sacar buen provecho de sus capacidades’, afirma el estudiante.
Talleres, experentos, seminarios o proyectos de investigación se llevan a cabo en el programa; que trabaja aspectos como: la formación del profesorado, el diseño y puesta en marcha de medidas educativas y una atención más especializada.
De un millón de alumnos que tiene la Comunidad de Madrid, más de 20.000 son superdotados. Personas con nombres y apellidos, con carreras excelentes y un futuro brillante. Alfonso Alhambra recomienda que ‘lo que puedan llegar a ser ellos está en sus manos, que vayan a ello que tienen facilidades en unos campos, aunque tengan hándicaps en otros. Tienen que esforzarse para superar sus barreras y aprovechar sus virtudes para llegar lo más lejos posible’.
Un programa que, tras 15 años de vida, seguirá apostando identificar y canalizar las capacidades intelectuales de los alumnos de la Comunidad de Madrid.
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