Cada vez son menos las instituciones sanitarias, las sociedades científicas, las asociaciones de pacientes y los profesionales de la salud que se niegan a adquirir herramientas digitales, como redes sociales o blogs, para mejorar la interacción con sus pacientes. Sin embargo, otra cosa es que sepan utilizarlas para hacer efectivas esta meta.
Blanca Fernández-Lasquetty, subdirectora de Enfermería de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan del Servicio de Salud de Castilla la Mancha (SESCAM), opina que ‘Internet ha sido un facilitador para la comunicación en salud, pero se sigue utilizando como un mero escaparate que da mucha información y no como un canal de interacción’.
Durante la jornada ‘Seguridad del Paciente 3.0’, celebrada en Madrid, la enfermera ha lamentado que a día de hoy no se le saque a las redes sociales y a las nuevas tecnologías ‘todo el partido que tienen’.
Los principales factores responsables de que esto suceda son, para Fernández-Lasquetty, la brecha digital, la infoxicación, la privacidad de los datos y la reticencia del profesional a comunicarse con el paciente experto: ‘Los profesionales se resisten a abandonar el rol tradicional de que ellos son los que saben y el usuario el que acepta y argumentan que comunicarse a través de las redes sociales es como una violación de los límites de la relación terapéutica profesional-paciente’.
Blanca Fernández-Lasquetty deduce que esta repulsión a las redes sociales responde al temor del profesional a ser cuestionado por sus conocimientos: ‘Todavía muchos profesionales piensan que el hecho de que el paciente consulte información de salud en Internet puede llevar al cuestionamiento del conocimiento del profesional en la consulta o al desencadenamiento de una crisis de comunicación en el entorno online’.
Seguiremos informando…