Volverán las oscuras golondrinas… lo contaba Gustavo Adolfo Beçquer, el de los billetes de quinientos de antes del euro, de antes de la llegada de la modernidad. Para los que no vivieron la Movida de los 80 en Madrid… ¡VUELVEN! La llegada de Manuela Carmena anuncia, con Almodovar y Macnamara a la cabeza, que todo está por inventar, que queda vida después de la tristeza de la mujer de uno de los dos culpables de todo lo que estamos viviendo: Aznar/Zapatero. Uno por crear el estado de distribución en caja B, y el otro por soñador y llevar un gorro de papel en la cabeza durante sus mandatos, los dos con casas nuevas, sacadas de las ventas de libros, como Bono… Como todos… Pero dejando la CORRUPCIÓN a un lado, porque todos pecan, han pecado y pecarán, tenéis/tenemos la oportunidad de conocer una nueva forma de darle a Madrid una vuelta que es necesaria. ¡Hace falta que entre aire fresco!, pero cuidado que no entren las tempestades de los otros extremos, en Madrid vivimos todos, votamos todos y nos respetamos todos.
Ana Botella, que como ha quedado demostrado es una mujer de poca formación, nulo discurso y recurso, torpe de palabra y de boca, y mete patas sin fin, se marcha a su casa creyendo que ha hecho todo bien. ¡Que equivocada está! Por no hablar del CASO ARENA en el que insisto en que se rebusquen las responsabilidades a las muertes de cinco niñas cuyo delito fue querer divertirse. No se puede cerrar este suceso en falso.
Soy madrileño por los cuatro costados, y deseo a mis convecinos que puedan disfrutar de una época como la del Viejo Profesor, Enrique Tierno Galván, que fue capaz de fumarse un porro contra el corsé y la seriedad de una derecha caduca, y tomarse un café largo, con los que de verdad queríamos lo mejor para Madrid.
Manuela Carmena es una clara heredera de esas esencias, y el Partido Popular se debe resignar a aprender y esperar a ver una nueva forma de gobernar. Más cercana a los intereses de los ciudadanos, menos aparatosa… Esperemos que los ‘asesores’ se queden en sus casas, y sean los funcionarios los que den lustre a nuestra Casa de Correos en la que esperamos con ansia la llegada de la nueva Vieja Profesora. Intentaré acceder a Manuela, y ofrecerla un regalo para Madrid de más de 2.000 millones de dólares en publicidad para nuestra querida Villa.
MI FELICITACIÓN DEL DÍA
A Telemadrid que va a tener una oportunidad. La putada es qué va a pasar con los que llevan toda la vida de colaboradores, presentadores de telediarios, opinadores de la nada… Lo importante son los trabajadores, los buenos estarán trabajando, los demás, también…
LA PETRA
Un día y otro, y el siguiente, la lejía Conejo saltaba por el escalón hacia la calle Sagasta, algún acelerado que iba a la Seguridad Social a ver qué tal iba lo de su plaza, o desplazamiento, chapoteaba con el charco y se quemaba la pernera del pantalón. Saliendo el sol, tumbado boca arriba, comiendo mi bocata de salami con pan de pistola, vamos la típica carne en barra de toda la vida, me atragantaba mientras bebía un vaso de leche semiótica. Ella era más singular trataba a todos los hijos de los vecinos por igual. A unos les empujaba por las escaleras, y a los otros les hacía oler sus meteorismos singulares que llegaban a producir música barroca. Componía un tres por cuatro increscendo… Al pronto se levantaron las mesas del bar, tocaban sus yemas en caecus amor polis, para llevar notas al cerebelo reptilineo infantil. Nadie lo entendía pero estaba claro.
¡Ese morbo hace reír! Dicen que es afeminado… Contempla el suicidio por no ser aceptado y por ser amanerado… Repugnando su cuerpo, queriendo ser hembra… es el único hijo de La Petra y Don Miguel… No tiene la culpa, lo canta Romeo Santos, el ex de Aventura, me confieso ROMEISTA, LA PETRISTA, y PELUQUERO… un poco humillante para un padre severo. ¡Cuando la conciencia es muy bruta nos cuesta entender que todos somos iguales! Quiérelo, amalo, acéptalo, defiéndelo, adóralo, léelo, jódete, no lo vas a entender, no contiene nada, pero sigues siendo la más puta de todas las putas que vieron nacer el sol. Te extinguirás podrido como un pepino, por el culo. ¡Os amo!