La tiroidectomía, de acuerdo a una extensión adecuada a la enfermedad, es la base fundamental para conseguir la curación en pacientes con cáncer de tiroides, siendo realizada por cirujanos expertos y en un contexto multidisciplinar (de la mano de cirujanos, endocrinos, medicina nuclear, patólogos, radiólogos…). Los expertos recomiendan esta técnica debido, también, al bajo riesgo de morbilidad que implica. Estos son algunos de los aspectos que se pusieron de manifiesto durante el XXI Workshop de Cáncer de Tiroides Avanzado del Hospital Universitario de Bellvitge, que cuenta con la colaboración de Ethicon (compañía de Johnson & Johnson).
Este curso pretendía dar a conocer los nuevos protocolos basados en evidencia clínica en cáncer de tiroides, el manejo preoperatorio, intraoperatorio y postoperatorio y la difusión de nuevas tecnologías para mejorar la intervención quirúrgica. ‘En él participan cinco cirujanos que reciben formación, tanto teórica como práctica, interviniendo en dos sesiones quirúrgicas de cáncer de tiroides localmente avanzado en las que se visualiza la complejidad técnica y tecnológica que demanda esta enfermedad’, comenta el doctor Pablo Moreno, director del curso y jefe de la Unidad de Cirugía Endocrina del Hospital Universitario de Bellvitge.
La cirugía tiroidea exige la práctica de una técnica muy meticulosa para minimizar los posibles efectos adversos que pueden surgir, como la hemorragia o la lesión de los nervios recurrentes y de las glándulas paratiroides. Por ello, la tecnología sanitaria empleada ha ido evolucionando hasta conseguir avances que permiten llevar a cabo la operación de una forma más segura.
‘El modo clásico de realizar la hemostasia es mediante bisturí eléctrico o pinzas bipolares, pero en los últimos años la aparición de aparatos de energía avanzada, como tecnología ultrasónica o bipolar avanzada, han mejorado la forma de llevarla a cabo’, recalca el especialista.
Entre las principales ventajas de esta tecnología más moderna destacan la eficacia, seguridad y reducción del tiempo de la intervención quirúrgica o la monitorización de forma continua de los nervios recurrentes, aportando así información de vital importancia para el cirujano pudiendo, de esta manera, llevar a cabo un seguimiento más exhaustivo.
Estas reuniones formativas cuentan con una gran importancia para toda la profesión médica ya que, tal y como explica el experto, ‘en ellas nos actualizamos, compartimos conocimientos y nuevos protocolos, además de que favorecen la relación entre diversos equipos quirúrgicos’. Prueba de ello es que, como indica el doctor, ‘a pesar de contar ya con muchas ediciones, el éxito del curso continúa, ya que el índice de satisfacción de los asistentes es excelente y existe lista de espera para entrar en él’.