James Franco (que como diría Troy McClure, le conocemos por películas como 127 horas o por interpretar a Harry Osborn en Spiderman), ha querido dar un giro radical a su carrera y no se le ha ocurrido otra forma que llevar a la gran pantalla una de las historias más peculiares que se han visto hasta la fecha y que se contó, íntegramente, a través de Twitter. Su protagonista fue Zola (nombre artístico de la protagonista, ya que su DNI la presenta como Aziah Wells), una stripper de Detroit que, en un viaje a Florida realizado hace 5 meses, contó todo lo acontecido en el mismo, en 148 tuits. Una vivencia que, fue comentada por 200.000 personas bajo dos hastags: #Zola y #thestory.
Ésta, que a continuación resumiremos, contará con un guion basado en la mejor entrevista concedida por Zola a la publicación Rolling Stones, que correrá a cargo de Andrew Neel y Mike Roberts, dos expertos en la materia. En lo relativo a actores, todavía no se conocen nombres, aunque hay gente que ya ha hecho apuestas, en la misma Twitter, las cuales colocan a Megan Good o a Tracie Thoms en la piel de la propia Zola y a Taryn Manning o a Lindsay Lohan ‘Lilo’ en el papel de Jess. ¿Tomará nota el actor convertido en director?
Un viaje de negocios que se complicó
La historia comienza con un tuit de Zola, en el que comenta: “Vale. Escuchadme. Esta historia va a ser larga. Me encontré con esta prostituta en Hooters. Fui su camarera. Entro con un tipo viejo, gordo y negro”.
Un encuentro fortuito entre dos strippers, desconocidas entre ellas, que se convirtió, a posteriori, en una invitación a Tampa al día siguiente (habían intercambiado lo móviles), para trabajar y ganar un dinero extra: “Al día siguiente, recibí un mensaje de texto que decía: Zorra, vente a Florida. Y yo pensé ¿Eh? Y ella en plan: “Voy a bailar a Florida, vente”.
A pesar de no estar del todo convencida, acepto ya que recordó que, en otro fin de semana similar, ganó 15.000 dólares. Viajó a Florida y, a partir de ahí, todo se volvió más turbio. En ella se incluyen más strippers, proxenetas, armas, un intento de suicidio y… ¡hasta un asesinato! Todo contado en 140 caracteres, que tuvieron un final más o menos feliz: “Se le buscó, literalmente, por todas partes. Se le encontró y fue condenado de por vida. Oí también que Jess regresó con su madre y su hijo a Detroit. Y este es el final de todo”.
La realidad superada por la ficción
Zola reconoció, tiempo después y a la Revista Rolling Stones, que tras un mes contando lo que le estaba ocurriendo, se dejó llevar por la atención que le prestaban sus seguidores y empezó a inventarse algunas cosillas y otras las hizo parecer más graves de lo que realmente fueron. Por ejemplo, nadie murió ese fin de semana y el ‘chulo’ de Jess no terminó en la cárcel por lo que les hizo a ellas. Y luego dicen que la fama no cambia a la gente… Eso sí, actualmente cuenta con más de 96.000 seguidores, una cifra muy superior a los que seguían sus comentarios los días previos a los hechos narrados. Esta es la historia de James Franco quiere llevar al cine y que se vivió íntegramente en Twitter.
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