Están de moda desde hace tiempo. De hecho, es más que habitual el caminar por la calle y ver cómo, sin motivo aparente, una persona se para, alza el móvil, le mira fijamente mientras pone su mejor cara y… ¡Selfie! No lo pueden evitar: Son adictos a retratarse, siempre en primera persona, claro. Tal es la necesidad que much@s, sobre todo bloguer@s de moda, la han convertido en su medio de vida. Pues bien, parece que esta práctica no sólo engancha sino que también es… ¡Peligrosa! Y es que, para añadirles más picante, la gente tiende a ponerse en situaciones de un riesgo elevado. Todo por hacerse el ‘selfie’ que más mole. Ser el (o la) mejor es lo que manda.
De hecho, en 2015, los selfies se cobraron más vidas que, por ejemplo, los tiburones. Un dato que conocimos hace pocos meses y que sirve de referencia a la hora de no tomarse a la ligera este acto. Algo que, seguro, no hace Zachary Crockett, el cual se ha molestado en analizar cada una de las informaciones relacionadas con el tema en los últimos 3 años, gracias a las cuáles hemos podido saber que, desde 2014, 49 personas han perdido la vida en aras de conseguir la mejor instantánea personal. De entre la edad de los fallecidos, la que más muertos acumula es la de 21, algo que no sorprende ya que está estudiado que el 30% de los selfies los realizan personas entre 18 y 24 años. Además, el 79% de los afectados erán hombres y tan sólo el 21% mujeres.
¿Y cómo se dejan la vida estos aventureros de la fotografía en primera persona? Existen tres causas principales: Caída desde un punto situado a gran altura, ahogamiento o atropello (de un tren). Le siguen, aunque de lejos, el uso de armas de fuego (o, incluso, de granadas) y los accidentes de tráfico (del que quedan excluidos, como no, los trenes).
Por último, no podemos obviar que India es el país que acumula más fallecidos con 19, seguida de Rusia con 7. España ocupa el cuarto lugar con 4.
Con todo esto, y aunque parezca algo frívolo lo de hacerse un selfie, queremos destacar que un acto tan inofensivo, al menos a priori, puede resultar mortal. De hecho, es la sexta causa de muertes por accidente del mundo, ranking que lidera la asfixia erótica.
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