Ibercaja anunciaba hace escasos días algunos cambios en su Consejo de Administración, intentando transmitir la idea de renovación cuando en realidad nada cambia y casi nada ha cambiado en los últimos doce años. Amado Franco sigue gobernando la entidad con puño de hierro y ni el desplome de las cajas de ahorros ni la reconversión forzosa impulsada por Moncloa le han quitado de ahí. Franco, de 71 años, fue nuevamente ratificado el pasado martes como Presidente con lo que supera de largo la década al mando de la entidad aragonesa.
Una estrategia que no ha sido bien vista en círculos bancarios básicamente porque Ibercaja sigue sin poner en marcha un urgente lavado de cara y sin demostrar una renovación en sus órganos, imagen y Comunicación. Financieramente el banco no termina de arrancar, ya que según nos explicaba Hispanidad.com hace algunos días, a pesar de que sus resultados crecieron un 3,7%. El portal explicaba que el margen de intereses ha descendido un 17,1% y este margen junto con las comisiones, que apenas suben (+0,9%) son los recursos que se sostienen los gastos y la morosidad del negocio bancario.
Esto nos lleva a otro gran problema del banco: la necesidad de buscar un socio o salir a bolsa. Dos fórmulas mediante la cual la entidad financiera debe recibir el respaldo financiero para dar el salto a la primera división de la banca española. No obstante, este paso no se puede dar con la anquilosada estructura de la caja, con el mismo presidente desde 2004 y casi como la misma estrategia de imagen y Comunicación desde esas fechas. Con la llegada de Amado Franco desembarcó en la entidad Genoveva Crespo, que por esas fechas era redactora jefe de Heraldo de Aragón.
Doce años con la misma Dirección de Comunicación
Desde 2004 es Directora de Comunicación de Ibercaja y desde julio de 2015 es directora de Gabinete de Presidencia y Comunicación. No obstante, en todo este tiempo es poco lo que se ha avanzado en la modernización de la Comunicación de una entidad que a ojos del mundo parece caduca y anticuada, algo impensable para los nuevos retos que se plantea su Presidente Amado Franco.
Es verdad que durante estos últimos al frente de la entidad, Amado Franco ha pilotado la transformación de la caja en un banco; la creación de la fundación bancaria; la adaptación de la entidad a las nuevas condiciones de la Unión Europea, así como la integración de Caja 3. Pero ¿No será hora de cambiar y dar un nuevo giro en todos los niveles? Todas las fuentes consultadas apuntan a que efectivamente es el momento adecuado.
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