Una de las razones del por qué China consiguió catapultar su economía en las últimas décadas es la tecnología. El país asiático se convirtió en uno de los productores y consumidores de tecnología más grandes del mundo en los últimos tiempos, específicamente de los móviles inteligentes. En los años más recientes vemos como ese país consiguió ser la fábrica de smartphone del mundo, debido a dos elementos fundamentales: mano de obra barata y capacidad de producción de partes.
El propio Steve Jobs le señaló en una oportunidad al presidente Barack Obama que su decisión de fabricar en China no estaba impulsada únicamente por el abaratamiento de la nómina, sino por la capacidad de sus fábricas de adaptar partes y piezas a las necesidades de los dispositivos de los creadores, una maleabilidad que no sucede en la fabricación norteamericana.
A pesar de las amenazas del recién electo presidente, Donald Trump, el gigante asiático no tiene mucho de que preocuparse, ya que el castigo de las tarifas comerciales que prometió el magnate sobre todo lo importado desde el país oriental afectaría más la economía interna que al propio lugar de origen.
Recordemos que el ahora presidente electo Donald Trump ha acusado repetidamente a China de ser un manipulador de la moneda y ha indicado que estaría dispuesto a adoptar una estrategia de “Estados Unidos primero” en sus relaciones con los socios comerciales del país.
China dejó muy claro, sin sutilezas, que por ejemplo en el caso de cumplirse las amenazas con la fabricación de Apple, la mayor afectación la tendría la firma estadounidense ya que se socavarían las ventas del iPhone.
China no necesita de Estados Unidos
Lo cierto de todo esta historia en las pre-relaciones de la administración Trump y la República Popular China, es que Apple no está en condiciones (como muchos otros fabricantes) de producir un iPhone sin el país asiático, pero China puede producir no uno, sino millones de dispositivos móviles de las características, calidad y condiciones que desee que serían consumidos por su propio mercado interno y Europa.
De acuerdo con el sitio The Verge, hasta ahora Apple el único producto que fabrica en Estados Unidos es el Mac Pro, un ordenador que cuesta sobre los 3,000 dólares y que obviamente no está al alcance de todos. El otro experimento fue la fabricación del fallido Moto X en 2013 que terminó por ser un desastre financiero.
Si llegasen a cumplirse las amenazas de Trump, y China responde con suspender la fabricación del iPhone, la economía de Apple se desplomaría, debido a que este móvil es el responsable de producir la mitad de los ingresos que genera anualmente la compañía.
Tan sólo el año pasado el iPhone registró ingresos netos por 18.400 millones de dólares. Por ahora parece improbable que Donald Trump desate su guerra contra China, de hecho algunos de sus asesores han manifestado que en muchas cosas se trataba de un tono de campaña, pero que algunas de esas medidas no serían tan rígidas.
Seguiremos Informando…