Social Media. Una palabra a la que el tiempo ha dotado de relevancia y, por supuesto, de globalidad. Y lo ha hecho a partes iguales. Una mezcla que, por qué no decirlo, ha sido todo un éxito. Basta con mirar a nuestro alrededor. No hay persona que no pase al menos una hora enganchada a sus contenidos. Desde la ciudad más grande al pueblo más escondido del planeta. Ésta información, ya sea en texto, audio o vídeo (por citar algunas de sus caras), como bien argumentan desde Kantar Media, es el aceite que permite que su engranaje giré a diario.
Sin embargo, y parafraseando un extracto del estudio que la propia Kantar Media ha llevado a cabo (y en el que analizan las tendencias en el sector para 2017), y tomando las palabras del gurú Gary Vaynerchuk, lo más importante en el Social Media es: “Respetar la plataforma, respetar a tu audiencia y, por último, planificar tu agenda”. Ellos lo han hecho. Han analizado cada caso, han mirado a los ojos a los consumidores, les han evaluado y han obtenido 10 conclusiones, en base a los datos, sobre lo que podría tomar la delantera en el próximo año, en este ámbito social.
Diversificación
Facebook es el rey en el Social Media. Casi siempre lo ha sido. Sus 1.700 millones de usuarios (y subiendo) avalan esta afirmación. Sólo ha visto peligrar su hegemonía en 2013 y, porque decir lo contrario: tiró de chequera para virar el rumbo de la nave. Sin embargo, dejarlo en el lado económico sería quedarse en la superficie. El verdadero movimiento de los de Zuckerberg no fue otro que diversificar. Ganó tentáculos y, con ello, pudo llegar más lejos (y revalorizar su marca). ¿Cómo? Se adueñó de Instagram, de Whatsapp y de Oculus VR.
La misma estrategia ha adoptado Snapchat. Su crecimiento, en parte, le ha obligado a ello para no terminar convirtiéndose en una moda pasajera. De momento, y con la salida a bolsa en mente, es segunda en el ranking (alejada de la primera posición en poder de Mark). Su secreto no ha sido otro que, al igual que su homóloga, generar distintas vías de negocio. Para ellos han sido las cámaras y, recientemente, las gafas de VR (las famosas Spectacles).
Estos son sólo dos ejemplos de que lo social, sin dejar de ser importante, ha dado paso a otros intereses. Ha evolucionado. Pinterest, sin ir más lejos, ya no es sólo una plataforma fotográfica, también es un catálogo de ideas. Twitter trata de venderse ahora como una app de noticias… En resumen: quedarse quieto significa morir. Por lo tanto, y sin importar el camino, la tendencia es salirse de lo estipulado hasta ahora, lo social, ya que el panorama, como bien argumenta Kantar Media, se fragmenta.
Realidad Virtual
¿Quién no ha visto a alguien enfundado en un casco, o en unas gafas de gran tamaño, moviéndose sin aparente sentido? No están locos. Ni mucho menos. Están disfrutando de una experiencia que, hoy, gana seguidores y, con ello, el cariño de las tecnológicas: la Realidad Virtual. De hecho, todas éstas gozan, en mayor o menos medida, de un modelo que ofrecer a sus usuarios (Oculus Rift, PlayStation VR, Gear VR, HTC Vive…). Y esto es sólo el principio. Una pequeña pincelada de lo que vendrá en los próximos 10 años con, curiosamente, Facebook a la cabeza. Ya lo avisó Zuckerberg en la F8. Y no suele mentir. La compra de las Oculus lo demuestra: tiene entre ceja y ceja esas malditas siglas (AI, VR y AR) de las que tanto oímos hablar.
Y no sólo trae de cabeza a este último. También a Sundar Pichai, CEO de la todopoderosa Google, el cual quiere llegar más allá (teletransporte). Snapchat, sin ser tan grande como ambas, también lo incluye (las Spectacles son su carta de presentación). O Twitter, que ve en él, como en casi todo, un salvavidas para su mala situación (de hecho, ha firmado a un especialista para fortalecer su posición al respecto). El principal problema, o preocupación (según como se mire) es el lograr esa conexión entre el hombre y la “maquina”. Debe producirse. Como culmina Kantar en su estudio, esa empatía electrónica debe crearse, y de forma intensa. Porque la RV está ahí. Ya no es futuro sino un presente… y muy vivo.
Atomización de contenidos
El formato estándar, a la hora de compartir contenidos, se ha quedado obsoleto. O al menos ya no es todo lo fiable que era antaño. Eso de crear, publicar (en webs y blogs) y viralizar en las redes sociales correspondientes no funciona del mismo modo. Quizás por eso, las marcas han optado por otros caminos. Al menos, los están probando (en busca de mejores resultados). Dos ejemplos yacen, como bien refleja Kantar Media, en Facebook Instant Articles y LinkedIn Pulse. Verdaderos atomizadores de noticias. En menor medida, también podemos contar con las mensajeras (e incluso con las IA).
Todos son vehículos distintos en los que la información puede viajar a su destino. En ellos ya no sólo se va del punto “A” al punto “B”. Va más lejos. Se trata de generar una experiencia que el usuario no pueda olvidar (mediante contenidos independientes). Estos, son los principales culpables de la creación de las conocidas como ‘Plataformas Wranglers’ (traducidas como Plataformas de Embajadores). BuzzFeed la tiene, por ejemplo. Su objetivo es dar vida a ese material “exclusivo” y alejado de lo típico y tópico, que ofrecer en las distintas plataformas “Social Media”. Es sencillo. Lo de siempre ya no tiene cabida. Ni en modo ni en forma. Lo nuevo, y propio, es el futuro. Al menos para 2017.
Chatbots
2014 marcó un antes y un después. Fue el año, como bien contabiliza Kantar Media, en el que las marcas se comunicaron con sus clientes por mensaje y a través de una ‘app’. Un primer paso, etiquetas de marca incluidas, hacia lo que el presente ha puesto en marcha y el futuro explotará sin piedad: los chatbots. Parecen simples robots, y en cierta parte lo son. Sus códigos de conversación así lo aseguran.
Pero esto, aunque pueda parecerlo, no tiene por qué ser negativo. Al contrario. Son herramientas que hacen nuestra vida, en gran parte, más placentera. Pedir billetes de avión, de tren, un taxi… Todo automatizado. Y sólo hablamos del principio. En 2017 va a crecer… y mucho. Sobre todo en lo relacionado con el Dark Social. Siempre y cuando se respete, por encima de todo, el papel del ser humano. No son enemigos y pueden cohabitar (de momento al menos, ya que la maquina no puede hacerlo todo). Esta claro.
Redes QA (Question & Answer)
¿Quién no ha soñado con poder hablar con uno de sus ídolos? Todos lo hemos hecho en algún momento y, desde hace este año, muchos han podido tacharlo de su lista. ¿Cómo? Gracias una nueva tendencia heredada de Asia y que se conocen como red Q&A (Question & Answer). Esas en las que, por un módico precio, un famoso responde a tus preguntas de forma directa y personal mediante plataformas sociales. Sin intermediarios.
Fenda es de las más conocidas en Oriente. En ella, y como bien ejemplifica Kantar Media en su estudio, Wang Sicong se embolsó 45.000 dólares por responder a unas cuantas preguntas. Eso representa, por tanto, la evolución de los chats que hemos conocido hasta el día de hoy. De hecho, estos ya han quedado desbancado. Así, se espera que este nuevo modelo cause furor en Occidente en 2017. Atrás quedaron alternativas “pobres” como Quora y Jelly. Apunta estos nombres: Tiptalk y Wiselike. Incluso Linkedin está probando. Tiempo al tiempo.
Influencers
Confianza. Una palabra que parece haber sido denostada por muchos pero que, al contrario de lo que pueda parecer, sigue siendo fundamental en la relación entre marca y cliente. Así, el Social Media no sólo ha ayudado en su mantenimiento, también en su evolución. Un cambio en el que adquiere un valor vital la figura del influencer. Ese capaz de atraer a los consumidores por si sólo y que, como figura social, tendrá los focos siempre apuntando a su persona. Para lo bueno y para lo malo.
Esta “habilidad” en la generación de “engagement” por su parte ha hecho que, hoy, necesiten quien les represente. También se han creado las llamadas “Escuelas de Influencia” en las que se enseña a generar dicha confianza. Un ejemplo es la puesta en marcha por el binomio entre YouTube y L’Oreal. Así, cualquier de ellos, una vez graduado, entrará en la jungla que es tener voz, y casi voto, en Instagram, en Pinterest o en Twitter.
¿El siguiente paso? 2017 será el año en el que los ‘influencers’ dejarán de ser meras figuras atadas a su éxito individual para convertirse en parte de un conjunto de índices basados en métricas establecidas que ayudará a las marcas a saber cuál encaja mejor en sus pretensiones. No perderán valor, sólo se repartirán de otra forma. Porque el público sigue confiando en ellos. Y las marcas también.
Social TV
Como hemos dicho en alguna ocasión, las Redes Sociales y la Televisión están fuertemente vinculadas. El tiempo las dio de la mano y las nuevas tecnologías han hecho que se fundan prácticamente en uno sólo ente. Es lo que conocemos como Social TV. Una es el vehículo para el contenido y el otra para los espectadores, los cuales tienen la opción (inexistente hace unos años) de opinar al respecto de cada programa emitido. Kantar, de la mano de sus Twitter TV Ratings ha demostrado que, tras monitorizar la actividad de los telespectadores, en nuestro país se comenta más en directo, un 54%, que en diferido. Eso no significa que este último caso no esté creciendo. Lo contrario. Pero aún sigue por debajo.
Del mismo modo, no todo el consumo se realiza a través de esta conexión. De esta pareja de baile. La televisión social se expande más allá. Facebook Live es un ejemplo. Nos acerca producciones y nos facilita los comentarios, todo en una sola aplicación. Más sencillo. Más eficaz. Lo mismo que, en el futuro, quiere hacer Twitter (y que a pequeña escala realizamos en su querida Periscope). Así, también ofrece un nueva ventana de obtención de ingresos publicitarios, aprovechando el directo. Una forma de expandirse, y ganar dinero, más allá de lo estipulado en analógico (y ciertas partes del digital).
Consultas de voz
Los 365 días que compusieron el 2015 generaron más consultas de voz que nunca. Los registros se duplicaron. Y es que, los usuarios no buscan una respuesta recia, seria. Quieren algo más coloquial. Y esta vía los da. La primera en darse cuenta, y no podía ser de otra manera, fue Google. Su buscador es el más famoso y al que más afectaba esta evolución. Por ello, en 2012 dio un primer paso personalizando los resultados en función de la posición geográfica. Tras este, un segundo (de nombre Hummingbird) llegó en 2013 con la intención de entender lo que la gente buscaba. Deseaban responder a sus preguntas no ofrecer múltiples opciones en base a un palabra clave.
Dos actualizaciones que sirvieron como avance a lo que Facebook tiene entre manos y de lo que, seguro, veremos pinceladas en 2017. Su idea es generar un programa de pregunta – respuesta para sus usuarios. ¿Cómo? Mediante un asistente de voz. Regresamos al principio. El problema es que modificaría todo el motor de búsqueda (el suyo y el de todos los que quieran realizar el mismo proceso). También el modo de mostrar la publicidad. Para mejor eso sí ya que, como afirma Kantar Media en su estudio: “las consultas de voz tienen 30 veces más probabilidades de estar orientadas a la acción que las consultas tecleadas”. Más opciones para las marcas.
Social Ecommerce
A estas alturas, todos sabemos el típico botón de “comprar” ya no funciona. Por eso, las compañías, en su afán por cumplir objetivos, se las han ingeniado para impulsar, además de las ventas, el alcance de sus productos. Y las herramientas idóneas para ello han sido las redes sociales. Del mismo modo, ellas son conscientes de su papel y, por eso, mientras las marcas comienzan a llamar a sus puertas pidiendo ayuda, ellas trabajan en la creación de esa plataforma con la que tenderles la mano.
Facebook ya lo ha anunciado: la tiene esbozada, tanto para su red social como para su mensajera. Lo mismo que Instagram. Dejarán de importar, por tanto, esas apps de terceros como Chirpify o Soldie que tapaban los agujeros entre navegación y compra. Dichas deficiencias serán subsanadas para que todo se quede en casa. Sin embargo, queda algo de tiempo para que sean efectivas. Actualmente son demasiado complejas. Sólo una última recomendación. Atentos a Pinterest. 2017 puede ser su año al respecto de este tema.
Entornos de trabajo sociales
Trabajar bien conectado es fundamental. La aparición de Internet mejoró este hecho y las nuevas tecnologías les han dado un plus. Sin embargo, las empresas sociales han querido hacer crecer el nivel de este ámbito y la primera de ellas en mojarse fue Facebook con la creación de Workplace. Un lugar donde poder relacionar tareas entre las distintas áreas de una empresa. Un digno competidor, por su fuerza empresarial y su innovadora idea, de Slack, HipChat y Yammer, siendo la última (gracias a su incorporación a Microsoft) la que más puede molestar a Zuckerberg. Así, y a pesar de las múltiples opciones al respecto, el avance es lento. No ayuda la poca compatibilidad entre ellas así como la falta de confianza por parte de las empresas. ¿El salvavidas? Los Millenials no tardaran en copar el mercado laboral y eso romperá muchas barreras. Ese, y sólo ese, será el momento de que Workplace entre en la vida de muchos. Así, y por lo que pueda pasar… ¡Actualizate!
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