En la actualidad, los hogares españoles tiran 1.325,9 millones de kilos de alimentos al año, según el MAGRAMA. Para conocer los hábitos de desperdicio de los españoles, AECOC, la Asociación de Empresas de Gran Consumo, ha llevado a cabo el estudio Hábitos de aprovechamiento de los alimentos para impulsar buenas prácticas entre consumidores, fabricantes y empresas. El estudio se ha desarrollado a través de una investigación en dos fases que incluye un análisis cualitativo a través de dos focus group y un análisis cuantitativo a través de 2.000 entrevistas online en todo el territorio nacional a personas de entre 25 y 65 años y responsables de la compra y de la cocina en su hogar. Destacan los siguientes datos:
- Los consumidores son conscientes del problema que supone el desperdicio alimentario y un 87% se siente mal cuando se estropea un producto en la nevera, un 77% intenta reutilizar.
- Más del 50% de los consumidores declaran comprar más alimentos de los que esperaban y casi el 30% tiene la percepción de acabar siempre tirando comida.
- 7 de cada 10 del total de compradores muestra una actitud favorable a guardar las sobras para cocinar otros platos.
- Casi la totalidad de los entrevistados compran alimentos como mínimo una vez por semana.
- Sólo el 14% de los encuestados pide siempre llevarse las sobras en el restaurante.
Los cinco diferentes tipos de consumidor
Se definen 5 tipos de consumidor frente al desperdicio de alimentos según los diferentes hábitos de consumo extraídos del estudio:
Busca caprichos: Son un 16% del total. Son hogares con más mujeres (77%) responsables de la compra, y en un 58% residen en zonas urbanas, tampoco planifican la compra con antelación y son bastante influenciables por las novedades, descuentos y promociones en el punto de compra. Un 78% de los busca caprichos acaba comprando más de lo que creia, no obstante, son los que tienen mayor percepción de que los alimentos son cada vez más caros (89%) y, por ello, un 80% busca más ofertas en alimentación superando en esta tendencia a los otros grupos. Pese a esto, un 36% se da un capricho todos los días.
A un 84% le gusta probar nuevos productos y sabores. Un 76% de los miembros de este grupo afirma pasar tiempo en las tiendas de alimentación descubriendo nuevos productos y son los que más compras pequeñas y frecuentes hacen (82%). Son los que comen más fuera de casa (41%), tanto entre semana como los fines de semana y un 67% va a restaurantes como mínimo, una vez por semana.
Reaprovechadores: Saben del desperdicio alimentario y forman el 32% del total, por lo que son el grupo más numeroso. En un 59% está constituido por hogares con hijos. Su actitud ante el desperdicio es la de reaprovechar la comida ya que un 22% no tira nada y un 54% poco. Hacen lo posible por sacar el mayor provecho a sus alimentos y un 69% desarrolla recetas creativas y nutritivas con las sobras superando a todos los demás tipos de consumidores.
A un 76% de los encuestados les gusta cocinar y lo hacen siempre que pueden y un 69% prueba nuevas recetas con las sobras que tienen en la nevera. Un 54% prefiere hacer compras grandes y menos frecuentes que el resto de los grupos. Un 47% de ellos consume los productos una vez superada la fecha de consumo preferente. Los reaprovechadores son los que peor se sienten cuando se les estropea o pasa un producto en la nevera (94%).
Price driven: Otro 16% de los consumidores corresponde a los hogares con menos ingresos y suponen el grupo más sensible al ahorro. Para ellos, el precio es un factor decisivo a la hora de hacer la compra y consideran que cada vez los alimentos son más caros y por ello son los que más han reducido su gasto en alimentación (40%).
Un 93% de los miembros de este grupo se siente mal cuando se les estropea un producto en la nevera y son, junto a los reaprovechadores, los que menos tiran con un 22%. Un 70% revela tirar poco o nada ya que no generan sobras y un 28% sólo tiran alimentos de poco valor. Suelen hacer todas las comidas en casa y a penas comen en un restaurante, cuando salen son los que más llevan su propia comida 79%. Los price driven son los que menos siguen la dieta mediterránea (49%) y también los menos dados a probar nuevos productos y sabores, sólo un 27%, también son los que menos caprichos se dan todos los días (3%).
Foodwaste generators: Son el 21% del total y son los que más comida desperdician ya que un 11% tira mucho y sólo un 4% no tira nada. Entre sus componentes hay un mayor porcentaje de jóvenes, 32% y de hogares unipersonales. Son el grupo con peor planificación y control ya desde el momento de la compra. Tienen conciencia de que tiran mucha comida a la basura y son los que más tiran las sobras que guardan en la nevera (36%). Se dejan influenciar por las promociones que encuentran en los puntos de venta y son los más compradores por internet con un 24%. Este grupo es el que presenta un mayor desperdicio en todos los tipos de alimento, especialmente fruta y vegetales (49%).
Eco friendly: Son el 15% de los encuestados y en el 48% de los casos son parejas con hijos. En cuanto a sus hábitos a la hora de comprar alimentos, un 81% dedica más tiempo a hacer compras pequeñas y frecuentes. De todos los grupos son los que prefieren las tiendas tradicionales, de barrio y mercados (49%) y sólo un 2% compra por internet. Se interesan por el consumo de productos locales y de proximidad (82%). Son a los que más les gusta cocinar sus propios platos (77%) y son los que más se comprometen con su entorno colaborando en acciones sociales (71%).
El 82% se declaran seguidores de la dieta mediterránea y tienen conductas de planificación de compra y sostenibilidad. Sin embargo, gestionan peor las sobras y su desperdicio alimentario supera al de la media, ya que sólo un 51% afirma tirar poco o nada. El 87% de los Eco friendly recicla y reutiliza todo lo posible, superando a todos los demás grupos.