El 40% de los pacientes que recibe diálisis en Baleares lo hace a través de la técnica de hemodialfiltración. La hemodiafiltración, especialmente si es de alto volumen (HVHDF), es la que logra un mayor intercambio de volumen, facilita una mejor depuración de las medianas moléculas, responsables del aumento de enfermedades cardiovasculares. Con la HVHDF se ha demostrado que se podría reducir en un 30% el riesgo de mortalidad y en un 60% la mortalidad asociada a problemas cardiovasculares.
Así lo han apuntado los expertos reunidos recientemente en Palma de Mallorca con motivo del encuentro UpDate in HighVolumeHDF, patrocinado por Fresenius Medical Care. Una jornada que, en palabras del doctor Juan Manuel Buades, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Son Llatzer y coordinador de la reunión, “ha contado con la participación de expertos de muy alto nivel en el campo de la nefrología para dar a conocer y debatir acerca de la últimas técnicas de hemofiltración de alto volumen”.
La hemodiálisis convencional limpia la sangre de los pacientes gracias fundamentalmente al proceso fisicoquímico de difusión, por el que las partículas que se quieren eliminar pasan a través de una membrana semipermeable. La sangre queda así libre de partículas tóxicas que pasan al líquido de diálisis.
A diferencia de la hemodiálisis, la hemodiafiltración de alto volumen añade al proceso una presión adicional, llamada “convección”, que consigue que se pueda recambiar un volumen de ultrafiltrado de sangre (entre 15 y 30 litros por sesión). “Con esta técnica”, explica el doctor Buades, “se consigue depurar mejor las partículas de un peso molecular más grande. La ultrafiltración supera la pérdida deseada de líquido en el paciente, por lo que se debe administrar un líquido de sustitución para lograr el balance deseado del volumen de sangre del paciente”. Este volumen es preparado por el propio monitor de diálisis, asegurando que es un líquido estéril con posibilidad de infusión de forma intravenosa.