TV3 no pasa por su mejor momento. La cadena pública catalana ha sido históricamente la bandera del buen hacer y de la calidad televisiva de las autonómicas, con un nivel de producción propia envidiable y con unas audiencias que le han mantenido como la única televisión que ha hecho frente a los dos gigantes televisivos: Mediaset y Atremedia. No obstante, esta tendencia se ha roto durante la mitad de los meses de 2016 y se ha vuelto a repetir en el primer mes del año 2017.
Desde la llegada de las cadenas privadas y de las temáticas de TDT TV3 se ha mantenido como una isla dentro del panorama televisivo español. La pública ha podido mantenerse holgadamente en el primer lugar de las audiencias (de su ámbito geográfico) gracias a una programación de calidad, en catalán y que siempre ha tenido gran sintonía con sus públicos. Una programación costosa, que ha generado una descomunal deuda, pero que era permitida gracias a estos favorables índices de aceptación.
Pero los tiempos de mieles y rosas se han comenzado a acabar en 2016. Durante este año TV3 perdió el liderazgo frente a Telecinco en cinco de los doce meses del año (junio, julio, agosto, octubre y noviembre). En un mes lo compartió con Telecinco (septiembre) y en julio y agosto terminó en tercer lugar por debajo de Telecinco y Antena 3. Sólo lideró el año los cinco primeros meses (de enero y mayo) y el mes de diciembre, donde tradicionalmente se realiza más televisión de proximidad.
En el cómputo anual estos cinco meses marcaron la diferencia ya que TV3 logró, pese a todo, terminar el año liderando con un 11,4% de share, una victoria sin embargo por la mínima, ya que Telecinco se quedó como la segunda opción con un 11,3% de share. Antena 3 remató en tercer lugar con un 10,4%. Un triunfo cosmético que suma siete años seguidos de liderazgo y que sirvió para acallar las voces más críticas, pero que no oculta el declive progresivo de audiencia. En enero las cosas volvieron a torcerse y TV3 cayó de nuevo a la tercera opción con un 10,6% de share, por debajo de Antena 3 y Telecinco que co lideraron con un 10,8% de cuota de pantalla.
TV3 pide más dinero ante una situación “dramática”
Y ahora sí que han saltado las alarmas, porque estos índices llegan en un momento en que se está discutiendo la asignación para los medios públicos catalanes. En los últimos años la aportación pública a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) ha disminuido desde los 334 millones de euros en 2010 a los 234 millones de 2015, por ello desde el Consejo Audiovisual Catalán (CAC) se ha pedido formalmente al Parlament aumentar en 137 millones de euros anuales la aportación de la Generalitat a los medios públicos catalanes, algo que podría incorporarse al presupuesto de la CCMA de manera escalonada en un período de cuatro años.
Las sugerencias contenidas en el Libro Blanco del Sector Audiovisual en Catalunya realizado por el CAC, hablan de que esta aportación debe ir acompañada de proyectos para internacionalizar y rentabilizar las ficciones propias catalanas. También se pide crear una plataforma online y de vídeo bajo demanda de la CCMA (al estilo de Movistar+ o Netflix) para poder competir con estos y otros players en igualdad de condiciones. El último de los objetivos es promover más contenidos en catalán e incentivar su creación, tras constatarse la pérdida de audiencia de estos productos audiovisuales especialmente entre el público joven y adolescente.
De hecho, desde muchos sectores se indica que la actual TV3 es insostenible. Jaume Peral, actual director de TV3 dijo en enero que es cada vez es más difícil adaptar el presupuesto que sostiene a la cadena debido al descenso de las aportaciones públicas, algo que afecta directamente a la parrilla de la cadena, que cada día es más anticuada. El actual director de TV3 ha calificado la situación que goza la cadena que dirige de “dramática” y asegura que si el presupuesto que le corresponde a TV3 no se aumenta, la situación pasará a ser de “extrema debilidad”.
Desde TV3 han tenido que afrontar una importante caída en los ingresos por publicidad, que han pasado de los 153 millones por año en 2016 a los 66 en 2015. Además, el presupuesto aprobado para este año está cifrado en 230 millones, aunque, tal y como ha reconocido el propio Peral, en estos momentos están negociando con los partidos políticos un aumento de los presupuestos para sostener la televisión.
Un curso en que un año más se suman las críticas por manipulación política. Desde el Sindicato de Periodistas de Cataluña (SPC) se advirtió también a comienzos de enero que “hay quien olvida que los medios públicos no son propiedad de los actuales gestores ni del Gobierno, sino que están financiados con dinero público y se deben al conjunto de la sociedad, representada por el Parlament. Si no es así, se desvirtúa su carácter público, porque tienen que estar dirigidos desde la independencia y la profesionalidad por personalidades de competencia contrastada y sin dependencias políticas o ideológicas”
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