Un año más la Fundación Vila Casas ha hecho público el Informe Quiral 2016 que en esta ocasión se ha centrado en La comunicación pública sobre la salud mental. El documento realizado por el Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la Universidad Pompeu y Fabra junto a la propia Fundación busca realizar un análisis de cómo tratan los medios de comunicación informaciones sanitarias o médicas de determinados ámbitos como en este caso la salud mental. El objetivo es desarrollar una serie de conclusiones y recomendaciones que sirvan como guía a los profesionales a la hora de redactar estos contenidos.
En 2016 el Informe Quiral ha analizado como es habitual una serie de artículos de diarios generalistas y especializados de ámbito nacional e internacional. Todos ellos han sido escogidos puesto que gracias a su trayectoria, distribución y penetración puede considerarse susceptibles de generar impacto social. Entre los diarios generalistas encontramos a Diari ara.cat, El País, El Periódico, La Vanguardia,The Guardian y The New York Times, mientras que entre los especializados fueron analizado Diario Médico, Gaceta Médica y Redacción Médica.
Las conclusiones y recomendaciones que recoge el Informe Quiral 2016
- Buena parte de la producción de noticias sobre salud mental en 2016 estuvo motivada por la intervención de algún agente o factor externo al medio de comunicación, como las declaraciones de un personaje público, las publicaciones de estudios científicos o los comunicados de índole institucional. Tales artículos contribuyen a dar visibilidad a la salud mental, tanto más en los casos en los que los periodistas deciden ofrecer información sobre la enfermedad o el trastorno mental en cuestión complementaria al acontecimiento que ha suscitado la comunicación.
- Dado que los medios de comunicación tienen una responsabilidad en la información general que dispone la sociedad respecto a cualquier tema, y más aún en salud, consideramos que es una buena práctica la información con carácter regular sobre este tema y no solo cuando se producen acontecimientos de estricta actualidad. La salud mental debe ser considerada como un aspecto de interés continuo. En este sentido, se valoran positivamente los esfuerzos de los medios de comunicación por dedicar una parte de su espacio a informar periódicamente sobre salud mental de acuerdo a sus propias ideas, recursos y fuentes, con independencia de las oleadas de noticias que se generan puntualmente cuando interviene algún agente o factor externo.
- En cuanto al enfoque de las noticias sobre salud mental que generan los medios de comunicación, son notables las publicaciones cuyo discurso está encaminado a lograr la supresión de estigmas y la integración de las personas afectadas por algún problema de salud mental; sin embargo, aún se detectan algunas contradicciones en la manera en que se construye el discurso informativo, sobre todo, en lo relativo a expresiones utilizadas, como el uso generalizado del verbo “confesar” para referirse normalmente a algún personaje notorio que ha decidido dar a conocer públicamente que padece un trastorno o enfermedad mental.
- Asimismo, no se justifica en ningún caso el uso de imágenes o titulares sensacionalistas. Por el contrario, existen numerosos ejemplos de noticias de éxito comunicativo basadas en mostrar la mejor versión de las personas con trastorno mental. Un buen artículo que narre una historia veraz y positiva es capaz de cautivar al público al tiempo que coopera con una labor social. Obviamente, tampoco se trata de dar una visión edulcorada de los problemas. El medio debe saber ofrecer una visión realista de la salud mental, sin fomentar con sus imágenes ni el sensacionalismo ni las falsas expectativas.
- Los medios de comunicación modelan, en mayor o menor grado, la percepción que tiene la sociedad acerca del mundo que les rodea. Este aspecto conlleva una responsabilidad añadida cuando se trata de comunicar acerca de temas sanitarios. La evaluación continua de las metodologías y técnicas periodísticas es necesaria para analizar, corregir y mejorar en la medida de lo posible la calidad de las comunicaciones públicas sobre trastornos mentales, hasta conseguir hacer de los medios de comunicación uno de los apoyos fundamentales en los que se sustente el bienestar de las personas involucradas en Salud Mental.
Seguiremos Informando…