La segunda temporada de Pura magia llegó anoche a su fin en La 1 sin ninguna posibilidad de renovar. Desterrado a la madrugada debido a su mal funcionamiento en audiencias, el espacio producido por Javier Cárdenas ha cosechado una media de 7,3% de share y 734.000 espectadores. Estos datos, además de estar sensiblemente por debajo de la audiencia de la cadena, suponen un claro retroceso con respecto a su primera edición, en la que promedió un 9,02% de share y 1.196.000 espectadores.
El programa regresó el pasado lunes 16 de julio a la parrilla de TVE, consiguiendo su mejor dato de toda la temporada. La primera entrega anotó un 9,9% y 1.249.000 televidentes, situándose como la segunda oferta de la noche. El segundo capítulo bajó hasta el 8,2% y 1.060.000 seguidores, lo que se tradujo en una caída hasta la cuarta posición del ranking.
Este mal inicio llevó a La 1 a reubicar el talent, enviándolo a la noche del miércoles. La medida no surtió efecto y la tercera entrega de Pura magia firmó un 8,3% y 968.000 espectadores, mientras que la cuarta gala supuso un respiro para el programa tras frenar la sangría gracias a un 9,1% y 973.000 fieles.
Pero todo fue un espejismo, ya que Pura magia se despeñó en su quinta semana, conformándose con un 6,2% y 665.000 televidentes. Pese a la ligera subida que el espacio experimentó siete días después (7,3% y 784.000 espectadores), TVE se cansó de los malos datos y envió las tres últimas emisiones del programa al late night.
Esta decisión supuso el golpe de gracia para el ya moribundo formato. Su séptima entrega (primera en este nuevo horario) logró un 7% y 404.000 fieles, mientras que la semifinal fracasó con un ridículo 4,7% y 247.000 seguidores. Por su parte, la gala final sufrió un ligero repunte, lo que llevó a Pura magia a cerrar su segunda temporada con un 6% y 264.000 espectadores.
Ni siquiera el buen funcionamiento de Viaje al centro de la tele, que se convirtió en una de las principales alegrías de TVE durante el verano, consiguió elevar a Pura magia. Observando los discretos datos conseguidos en su primera temporada, la decisión de renovar el formato por una segunda edición era incomprensible y solo una revolución total podía hacer renacer al espacio. Pero nada de esto sucedió: la mayor novedad de cara a la segunda temporada fue la llegada de Nina, un cambio insuficiente para revertir la mala dinámica, por lo que la (poca) audiencia se esfumó como si fuese el truco final de un gran mago.
Seguiremos Informando…