Este domingo se celebra el Día Mundial del Glaucoma, cuyo fin es concienciar a la población de la importancia del diagnóstico precoz de esta enfermedad neurodegenerativa. Muchas de sus formas clínicas son asintomáticas ya que el nervio óptico se va deteriorando con lentitud y hace que los pacientes acudan al oftalmólogo ya con estadios avanzados. Además, existen datos que indican que esta enfermedad en el año 2020 la padecían 80 millones de personas en todo el mundo y se estima que para esta década la cifra aumente en 10 millones más.
Para los doctores Alfredo Castillo y Carlos Palomino, responsables del servicio de Oftalmología de Olympia Quirónsalud, es muy importante realizarse exámenes oculares de manera periódica, especialmente para medir la presión de los ojos, y es que si se diagnostica a tiempo se puede prevenir la pérdida de visión. “Si la patología avanza sin un diagnóstico temprano, las personas que tienen glaucoma comienzan a notar que no ven objetos hacia los lados, llegando a causar una ceguera total de forma irreversible”, advierte el doctor Alfredo Castillo.
Existen dos tipos fundamentales de glaucoma con evoluciones diferentes: el glaucoma de ángulo abierto, y el de glaucoma de ángulo cerrado. Así lo explica el doctor Alfredo Castillo. “El glaucoma de ángulo abierto ocurre porque el ángulo que forma el iris y la córnea por donde sale el liquido ocular (humor acuoso) aparentemente está abierto, pero no funciona bien y se acumula más liquido en el ojo subiendo la presión. En el glaucoma de ángulo cerrado, el ojo es algo más pequeño y el cristalino empuja al iris cerrando el ángulo entre la córnea y el iris y se produce una subida de tensión ocular”.
A lo que añade que, “utilizamos los nuevos procedimientos de cirugía de glaucoma mínimamente invasivo, MIGS, que pueden actuar en distintas zonas del globo ocular, logra reducir de forma eficaz y segura la presión intraocular, ofreciendo, de esta manera, una rápida recuperación anatómica y visual”. Y, por su parte el doctor Carlos Palomino. asevera que, “en Olympia disponemos de una Unidad dedicada al Glaucoma, y, hoy en día, gracias a los avances tanto médicos como quirúrgicos de los últimos años, existen diferentes medicaciones y procedimientos para cada tipo de glaucoma”.
Por tanto, según los expertos, estos nuevos procedimientos de cirugía tienen en común la posibilidad de anestesia local tópica, un aspecto importante, ya que suele ser una intervención mucho más rápida que las clásicas. “Son técnicas rápidas en las que se utilizan implantes microscópicos de diversos tipos para comunicar el interior del ojo y el espacio subconjuntival”.
Tal y como destaca el doctor Carlos Palomino, para el diagnóstico del glaucoma y de la hipertensión ocular contamos con dispositivos que estudian la función del nervio óptico (campo visual) y la estructura del nervio óptico (tomografía de coherencia óptica papilar y de células ganglionares de la retina). “Con ellos, podemos proporcionar una opinión clínica fiable y rápida, factores y pronósticos, así como el grado de daño glaucomatoso que pudiera existir”, indica el doctor Castillo.
Ahora bien, es cierto que existen factores de riesgo para padecer glaucoma como la edad, antecedentes familiares de glaucoma, miopía, diabetes. Sin embargo, el problema fundamental es que la enfermedad aparece y va avanzando de forma silenciosa y sin dar síntomas hasta los estadios avanzados donde el daño es grave e irrecuperable. La única forma de poder detectar la enfermedad es acudir al oftalmólogo para realizar una exploración oftalmológica completa con pruebas específicas de detección de glaucoma.
Olympia nos ofrece todo el equipamiento necesario para nuestra actividad asistencial, zonas de exploración y tratamientos, sistemas de láseres y 4 quirófanos dotados con la tecnología más avanzada y vanguardista. De esta forma se detecta cualquier afectación ocular que pueda tener un paciente y aplicar a continuación el tratamiento médico o quirúrgico más conveniente.
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