Expertos del ámbito de la Medicina y la Farmacia se han reunido en el acto ‘Juntos por la salud y el medio ambiente: los medicamentos verdes’, celebrado en la sede del Consejo General de Médicos (CGCOM) donde han afirmado que, según los últimos datos disponibles, los fármacos suponen un 25% de la huella de carbono que genera el sector sanitario. Por tanto, el objetivo de estas jornadas fue en todo momento abordar el papel de los medicamentos y el impacto que estos pueden tener en el cambio climático y la salud de la población.
Pues bien, entre los presentes en el acto, cabe destacar a la la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA por sus siglas en ingles) la cual se encarga, según explicó, de impulsar el seguimiento de una industria farmacéutica que favorezca lo menos posible el cambio climático, el cual está más que demostrado por diferentes informes y expertos que tiene un impacto negativo en la salud humana. Esto hace necesario garantizar que, un sector como el de la industria farmacéutica ligado a la salud de las personas, desempeñe de manera constante un papel activo en la descarbonización.
Por tanto, actualmente se ha vuelto necesario desarrollar innovaciones que posibiliten reducir del impacto ambiental el cual provoca tanto el desarrollo como la fabricación de medicamentos incluyendo a las cadenas de suministro. Como apuntan desde la EFPIA, “nuestras empresas miembro están mitigando el cambio climático al abordar específicamente la necesidad de una mayor eficiencia energética y una menor intensidad energética en nuestras cadenas de valor”.
Pero bien, se trata de un problema que no viene de ahora. desde el año 1988, durante el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, se han publicado numerosos informes donde se muestra como la crisis esa empeorando ya no sólo la salud de los seres humanos, sino también los sistemas biológicos y al planeta en si mismo. Esto hace necesario un plan de actuación para reducir el potencial de calentamiento global (GWP) y/o el impacto en el medio.
Al hacer un desglose de la contaminación de CO2 que se centre en la mayor parte de los miembros de EFPIA, podemos observar como, de entre el 10% al 20% están relacionados con actividades operativas directas en el sitio, es decir emisiones de ‘alcance 1’, las cuales se refieren a emisiones directas de gases de efecto invernadero que se producen por la empresa, y de ‘alcance 2’, que se refiere a la contaminación producida por la empresa de forma indirecta por el consumo eléctrico. En cuanto al más del 80 % restante viene de la contaminación que corresponde a la cadena de valor.
Así, en este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en lo referente a las muertes prematuras, una de cada cuatro fallecimientos son debidos a factores ambientales. Esto ilustra que nuestra salud personal depende de la salud planetaria. Si vemos los datos de la revisa inglesa, ‘The Lancet’ en su informe referente al 2022, observamos como aún es posible llevar a cabo propuestas reales que conviertan a los sistemas energéticos en sistemas capaces de afrontar la adversidad, llegando a salvar al menos 1,2 millones de vidas logrando obtener un aire más limpio y estableciendo dietas más saludables.
Los proovedores y su papel en la reducción de emisiones
Ahora bien, basándonos en la encuesta que contestaron las empresas de esta federación, se identificó que en el año 2022 los proveedores jugaron un papel de gran importancia en la industria para reducir las emisiones de ‘alcance 3’, es decir las emisiones indirectas que se producen por actividades que no son propiedad ni están controladas por la empresa. Según afirma la empresa a través de su informe “casi todas nuestras empresas, un 95 %, se involucran con sus proveedores en la acción climática”.
Pero, aun así, a día de hoy vemos como según los datos presentes en este reciente informe, las emisiones de ‘alcance 1’, de 23 de las empresas miembros de EFPIA sumaron un total de casi 9 millones de toneladas de CO2e , las de ‘alcance 2’ llegaron a casi 5 millones de toneladas de CO2e y las de ‘alcance 3’ corresponden un 97,1 millones de toneladas de CO2e. Esto hace innegable que la industria contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y reconoce su papel y el largo recorrido que queda aún por hacer para poder cambiar las tornas.
Aunque, si comparamos con otros sectores, es cierto que el resultado del análisis concluyó que las emisiones globales del sector ‘farma’ llegan a ser 10 veces más bajas en emisiones absolutas en comparación con otros sectores considerados de alto impacto como los productos químicos o la mineria. Aun así, y con el objetivo de mejorar, las corporaciones farmacéuticas pertenecientes a EFPIA evaluaron sus datos referentes a las emisiones.
En definitiva, unos datos que revelan de manera clara cómo las preocupaciones sobre el calentamiento global se han convertido en una prioridad para las empresas que forman parte de EFPIA. Según el informe de la federación, desde el año 2020, el 70% de los miembros dieron un paso al frente incrementando su nivel de compromiso con los objetivos de acción climática estableciendolos a largo plazo para reducir las emisiones de CO2. Por otro lado más del 60 % tienen objetivos a corto plazo.
Por este motivo, la mayoría de empresas ligadas al sector pharma están estableciendo cambios en su estrategia con intención de alcanzar objetivos ambiciosos, no sólo para reducir la huella de carbono, sino también al logro de una transición hacia la generación de energía renovable. “Varios estudios de casos mencionados en la encuesta mostraron tendencias hacia edificios o unidades de producción más ecológicos, uso de circularidad y principios de química ecológica”, afirma el informe el cual pone sobre el papel ejemplos reales que van desde el reciclaje de solventes, hasta fármacos bajos en carbono.
Seguiremos informando…
