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Josele Román es, por mucho que ella rechace los honores con sincera humildad, un auténtico mito del cine español, una actriz con una enorme vis cómica y un encanto muy sexy que, al mismo tiempo, encandilaba y divertía en las comedias de la década de los 70 del siglo XX. Aunque se inició en el mundo artístico como bailarina, muy pronto se decantó por la interpretación, debutando en el teatro de la mano de la gran Conchita Montes con apenas 16 años. Sus múltiples inquietudes le hicieron abandonar los platós para dar rienda suelta a su faceta musical, produciendo, componiendo y formando grupos musicales integrados exclusivamente por mujeres (“Los heavies siempre nos han considerado demasiado blandas y los rockeros demasiado cañeras: he seguido mi propio camino”).
Desde hace unos años, aunque ha seguido interviniendo en películas y series, vive volcada en el teatro y en la actualidad representa ¡Qué bello es morir! los viernes por la noche en el Teatro Bellas Artes de Madrid hasta el próximo 16 de septiembre. Es una función compuesta por siete sketchs que tocan, de una forma u otra pero con el sentido del humor como ingrediente básico, el asunto del tantas veces llamado ‘descanso eterno’ en la que Josele Román interpreta varios personajes y pone el broche final con una canción que ella misma ha compuesto y que se titula igual que el espectáculo.
Debido al éxito de Me quedo muerta, un microteatro que Josele protagonizó junto al actor Fran Antón, a éste se le ocurrió pedir a otros autores que les enviasen piezas cortas en torno al mismo tema y, así, bajo la batuta de Esperanza Lemos (quien sigue cosechando éxitos con La cena de los idiotas y Una boda feliz en el Muñoz Seca), fue tomando forma ¡Qué bello es morir!, uniéndose al reparto Beatriz Rico.
Destino: Wonderland pudo charlar con Josele Román durante unos minutos, poco antes de que entrase en el teatro para preparar los constantes cambios de vestuario a que le obliga ¡Qué bello es morir!, era precisamente el día de su cumpleaños, y a pesar de la urgencia y el gentío dio muestras de su humanidad, su cordialidad y su amor por su profesión.
Pablo Vilaboy trae bajo el brazo a una mujer de rompe y rasga, una fuerza de la naturaleza que, aunque se ha retirado de los escenarios, conserva intacta e incluso reforzada su aura mítica: Tina Turner. Como es imposible resumir su apabullante trayectoria en unas cuantas canciones, hoy escuchamos aquellas que la vinculan al mundo del cine, bien por apariciones como las de Tommy o Mad Max más allá de la cúpula del trueno, bien por la película biográfica en la que fue interpretada por Angela Bassett (Tina) o por su participación en la saga Bond con Goldeneye.
