Los hechos se remontan a hace casi dos años, pero puede que estos días el asunto se cierre por fin de manera definitiva. Según ha podido saber prnoticias la Cadena COPE ha acelerado en las últimas semanas lo que podría ser el último favor del presidente del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), Roger Loppacher, hacia la emisora de los Obispos. Desde los despachos nobles de la planta Alfonso XI quieren dejar atados todos los asuntos polémicos que rodean a la COPE antes del estreno de su flamante estrella: Carlos Herrera.
El locutor debutará el próximo 1 de septiembre al frente de las mañanas de la Cadena COPE y el tiempo corre en su contra. La polémica se remonta dos años atrás cuando Vocento y COPE rubricaron el acuerdo para el alquiler de los postes de Punto Radio. Con esta cesión la emisora de los Obispos lograba nuevas frecuencias por las que emitir y multiplicar su audiencia, en especial la de sus emisoras radiofórmulas como Rock FM. Todo el proceso se realizó con normalidad a excepción en Cataluña donde tres de estas frecuencias generaron un conflicto al que el Grupo presidido por Fernando Giménez Barriocanal quiere dar carpetazo ahora de manera formal.
En Barcelona la COPE ya contaba con dos frecuencias, por lo que alguna de las aportadas por Punto Radio quería destinarla precisamente a su principal emisora musical, Rock FM, que emitía alegalmente en la ciudad condal. El problema es que el contrato de dicha licencia –que fue propiedad de Luis del Olmo- estaba destinado a una cadena generalista y hasta entonces emitía Onda Rambla, una emisora con contenidos propios en catalán y muy cercana a los postulados políticos de CiU. Su transformación en emisora musical suponía la pérdida de un canal de comunicación importante para el ejecutivo de Artur Mas y otro vehículo donde el catalán ya no fuese el idioma hablado.
Saltándose las normas COPE comenzó a emitir Rock FM sin esperar la preceptiva autorización del CAC lo que le llevó a una apertura de expediente que finalizó con tres sanciones de hasta 102.000 euros por incumpliento de los compromisos concesionales que obligaban a la emisión de contenidos generalistas. Sin embargo, según pudo saber entonces prnoticias lo curioso del caso es que su presidente, Roger Loppacher, se mostró en todo momento contrario a dicha decisión y a día de hoy las emisiones continúan con normalidad y COPE no ha pagado sanción alguna.
Y el asunto va más allá, porque la intención de Loppacher -hombre de confianza de CiU que ejerció como director General de Medios Audiovisuales de la Generalitat en el último mandato de Jordi Pujol o consejero de la CCMA- es cerrar el expediente y dejar que todo siga su curso. Se trataría del ‘último favor ‘político’ de CiU a la COPE. La postura llama la atención poderosamente cuando la línea ideológica de la Cadena COPE choca frontalmente con la de Convergencia y más sorprendente aún es la defensa del presidente del CAC hacia el grupo de emisoras de los Obispos. COPE tiene la firma intención de terminar con todo este asunto en verano para que nada ensombrezca el debut de Carlos Herrera a COPE y el inicio de una etapa mucho más ‘radical’ y cercana a la derecha que la mantenida en los últimos años.
