En la Tierra a jueves, 28 marzo, 2024

El Diagnóstico In Vitro ha proporcionado pruebas que pueden contribuir a reducir el absentismo laboral

Cada año se realiza un promedio de 20 determinaciones de diagnóstico in vitro por habitante. Este tipo de pruebas se utiliza tanto para el diagnóstico y la detección, como para el control terapéutico de enfermedades, de tal modo que —junto con las medidas de prevención— resulta determinante en la mejora de la salud de la población.

En el marco del IX Congreso del Laboratorio Clínico que del 7 al 9 de octubre reúne a alrededor de 1.500 profesionales en Madrid, expertos de primer nivel analizan el valor diagnóstico en la decisión clínica, la innovación, la tecnología y propuesta de valor en el Workshop ‘La contribución del Diagnóstico In Vitro (IVD) a la Salud’, organizado por la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC), la Fundación José Luis Castaño (FJLC) y la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN).

El Diagnóstico In Vitro es un sector donde existe un altísimo nivel de innovación, lo que —junto al cambio organizativo— condiciona decisivamente la evolución del laboratorio clínico en la asistencia sanitaria.

‘Los cambios acelerados en la tecnología disponible representan una oportunidad extraordinaria de mejorar la eficiencia. Así es posible dar mejor respuesta a un coste asumible en las pruebas diagnósticas existentes’, señala la Dra. Imma Caballé, presidenta de la SEQC y la FJLC. ‘Al mismo tiempo —añade— aparecen nuevas pruebas que permiten ampliar la contribución del laboratorio clínico al valor de la medicina en su conjunto’.

Ante este escenario, los sistemas de salud se encuentran con la necesidad de modificar la forma organizativa actual. Ya sean públicos o privados, la incorporación de innovación representa modificar tamaño y entorno de los laboratorios clínicos. ‘El tamaño permite aprovechar economías de escala y conseguir mayores eficiencias en coste. El entorno se modifica en la medida que los laboratorios ya no están ligados a un nivel asistencial sino que deben procurar servicios al conjunto del Sistema Sanitario’, explica la presidenta de la SEQC.

Este marco de cambio tecnológico y organizativo tiene sus implicaciones fundamentales en la información y en la calidad. ‘Desde la vertiente de la información, la historia clínica informatizada supone un avance decisivo para la toma de decisiones clínicas, todas las pruebas de laboratorio accesibles en el momento más necesario’, apunta. ‘Y desde la vertiente de la calidad, las nuevas exigencias de mayor acreditación permiten identificar aquellos laboratorios que ofrecen mejores señales del nivel de servicio que ofrecen. Así pues, la relación entre proveedores y profesionales cada vez es más necesaria a la hora de tomar decisiones clínicas para mejorar la salud de los pacientes’, asegura la Dra. Imma Caballé.

El diagnóstico in vitro es una inversión que revierte no solo en calidad de vida para la sociedad y los pacientes. Estudios recientes de una consultora de prestigio indican que por cada € invertido en tecnología sanitaria y diagnóstico en cardiología se acaba ahorrando 1,41€; en Oncología, por cada € invertido se ahorra 1, 36€; y en el caso de enfermedades neurodegenerativas se ahorra 1, 11 €.
Por todo ello, es preciso, remarca Ferrán Prat, presidente del sector de Diagnóstico in Vitro de FENIN, ‘dejar de pensar en términos de gasto sanitario, y empezar a hablar de inversión en salud cuando nos referimos a este sector’.

En este sentido, el Diagnóstico In Vitro ha puesto a disposición del sistema sanitario nuevas pruebas que pueden permitir no solo consolidar el valor salud, sino también suponer ahorros en otros ámbitos, como reducción del absentismo laboral o disminución de días de hospitalización.

‘El diagnóstico in vitro, además de constituir una herramienta clave para el profesional sanitario para confirmar o descartar una patología, ha evolucionado hacia laboratorios cada vez más productivos, de muy alto rendimiento, capaces de entregar resultados precisos de forma muy rápida lo que contribuye a que los días de hospitalización se reduzcan, esto es, las ‘llamadas altas a los pacientes‘ se producen cada vez antes, gracias, entre otros factores, a estas pruebas’, apunta Ferrán Prat.

Pero las mejoras no se quedan solo ahí, hoy en día existen pruebas diagnósticas que orientan al clínico a la selección de la terapia (medicación) más adecuada, ya que facilitan la monitorización de las dosis de un tratamiento concreto en el paciente, facilitando así a la medicina personalizada.

Para Jesús Rueda, international affairs director de EDMA (Diagnostics for Health), ‘la información que aporta el DIV debe ser adecuada y producirse en el momento preciso para apoyar el proceso de decisión del profesional sanitario, constituyendo así un valor y contribuyendo a mejorar la calidad de vida del paciente’.

Los laboratorios en España son capaces de dar resultados a los especialistas clínicos con mucha rapidez, por lo que la detección precoz es un hecho. Asimismo, existen pruebas diagnósticas que dan valor pronóstico a la enfermedad, de tal manera que el clínico puede determinar una pauta personalizada de seguimiento al paciente según su perfil. Además, la continua innovación en este campo provee continuamente de nuevos tests ajustados a las necesidades de los profesionales sanitarios.

‘En definitiva —resume Ferrán Prat— un diagnóstico temprano de una patología significa, con muy alta probabilidad, el aumentar la calidad de vida del paciente, así como proporcionar información relevante al especialista sanitario’.

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