En la Tierra a jueves, 18 abril, 2024

Consejos prácticos si has sufrido una angina de pecho o infarto

En primer lugar, hay que saber que si hemos sufrido un infarto o angina de pecho estamos ante una enfermedad crónica, es decir, que no tiene cura y que nos va a acompañar toda la vida.
Es por ello por lo que saber las mejores pautas para anticiparnos y prevenirla o consejos prácticos que nos ayuden a lidiar con las consecuencias con la mejor calidad de vida posible es importante.
Qué es la enfermedad coronaria

La causa más frecuente de enfermedad coronaria es la arterioesclerosis, que es el endurecimiento de las arterias coronarias por depósito de colesterol y otras sustancias, lo que reduce su diámetro.
“Cuando el corazón no recibe sangre suficiente”, explica el Dr. Julio Carballo, jefe del Servicio de Cardiología y responsable del Centro Cardiovascular Sant Jordi del Hospital El Pilar, perteneciente al Grupo Quirónsalud, “decimos que está isquémico y es en ese momento cuando se manifiesta la angina de pecho. Cuando la falta de riego es tan prolongada, se produce muerte de células musculares se produce el infarto de miocardio.”

¿Cuáles son sus síntomas?

En el caso de la angina, suele comenzar en el pecho, con una sensación de dolor, opresión o malestar que puede extenderse a brazos, cuello, espalda e incluso la mandíbula. Suele producirse en momentos especialmente intensos, como realizando ejercicio o si sufrimos una fuerte emoción, y desaparece en unos minutos al cesar la actividad desencadenante.

Cuando hablamos de un infarto, la arteria se obstruye totalmente, el dolor es mucho mayor que en el caso de la angina, y suele ir acompañado de sudoración, náuseas y vómitos. En estos casos, la rapidez en el tratamiento es fundamental: cuanto menos tiempo haya estado la arteria cerrada, el daño que queda como secuela en el corazón es menor.

¿Qué hacer?

Si notamos cualquiera de estos síntomas, debemos interrumpir inmediatamente lo que sea que estemos haciendo y sentarnos o acostarnos. En el caso de que no sea nuestra primera vez y ya tengamos medicación pautada, hay que ponerse una pastilla de nitroglicerina o una dosis de spray bajo la lengua (mejor no hacerlo de pie ya que la nitroglicerina causa hipotensión y podríamos marearnos). Si a los 5 minutos no notamos mejora, tomar una 2ª dosis. Si tras otros 5 minutos sigue sin ceder, hay que tomar una tercera dosis y llamar a emergencias.

¿Cómo se trata?

El tratamiento varía de un paciente a otro y es necesario consultar al especialista para pautar el más adecuado en cada caso. Grosso modo, sin embargo, los tratamientos se dividen en:

• Farmacológicos: Los fármacos alargan la vida, disminuyen los síntomas y evitan ingresos hospitalarios. Es importante llevar siempre encima una copia del último informe médico por si sufrimos algún imprevisto, que los profesionales que nos atiendan dispongan de toda la información clínica.

• Angioplastia coronaria: Se realiza con anestesia local y consiste en la dilatación de la zona estrecha u obstruida de la arteria coronaria. En la mayoría de los pacientes se deja colocado un stent que es una malla metálica en forma de muelle o tubo que hace que la arteria quede abierta.

• Quirúrgico: Según el tipo de lesiones que presentan las arterias coronarias, la cirugía puede aliviar su enfermedad.

Algunos consejos para el día a día una vez salgamos del hospital

• Con la enfermedad controlada, el ejercicio moderado ayuda a controlar la tensión arterial, el peso, el colesterol y la glucosa lo que hará que nuestro corazón funcione mejor. Importante: ejercicios ni extremos ni demasiado bruscos.

• Respecto a la actividad sexual, a menos que nos indiquen lo contrario, a la segunda semana del alta, podemos retomarla sin problemas. Puede aparecer disfunción eréctil, en cuyo caso, no se automedique, consulte con su médico.

• Una prueba de esfuerzo será lo que determine si su capacidad física le permite volver a trabajar. En condiciones normales la reincorporación laboral suele darse a los dos meses, aproximadamente.

• Respecto a la conducción de automóviles, la legislación vigente no permite conducir en los tres meses siguientes.

• El tabaco en fumadores activos o pasivos comporta un riesgo elevado de enfermedad coronaria que es proporcional al Nº de cigarrillos/día y años fumando. El colesterol es otro factor que prevenir, una dieta mediterránea, abundante en frutas y verduras frescas, colabora en la prevención de las enfermedades coronarias.

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