En la Tierra a jueves, 28 marzo, 2024

Gracias a la cirugía robótica se extirpan cánceres de orofaringe sin abrir la mandíbula

Operar un cáncer de base de lengua mediante la cirugía tradicional es como atravesar una selva a machetazos para llegar a un sitio. Hay que cortar y abrir la mandíbula para extirpar al tumor. Afortunadamente, hoy en día no es necesario dañar tejido sano en el proceso de curar a un paciente. La última generación del robot quirúrgico Da Vinci instalado en el Hospital Ruber Internacional, es capaz de acceder directamente a la orofaringe a través de la cavidad oral y realizar así cirugías mínimamente invasivas de patologías tumorales o determinadas apneas del sueño. El doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca practica este tipo de intervenciones en el Hospital Ruber Internacional y realiza consultas de Otorrinolaringología (ORL) en el nuevo centro médico Ruber Internacional, situado en Paseo de la Habana.

El robot Da Vinci es un sistema de cirugía mínimamente invasiva en el que se manipulan brazos robóticos a distancia por medio de una consola que maneja el cirujano. El uso de esta instrumentación ofrece una serie de ventajas. En primer lugar una mayor precisión (elimina el temblor natural de la mano del cirujano) y mayor grado de movimiento que la muñeca humana. A su vez, ofrece un sistema de visualización endoscópica tridimensional que permite al cirujano “adentrarse de forma virtual” en el cuerpo del paciente. Su uso ha supuesto un cambio de concepto en el campo de la otorrinolaringología, especialidad quirúrgica de la medicina que cubre todo tipo de patología anatómica, estructural y funcional de oído, nariz, faringolaringe y estructuras asociadas.

Así lo explica el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, “estamos cambiando un tipo de cirugía transmandibular más agresiva en la que abres la mandíbula y tienes que causar mucho daño en partes sanas para llegar a la lesión, por una cirugía que te lleva directamente a la zona de la lesión”. El Da Vinci se utiliza actualmente en dos tipos de patología dentro de la otorrinolaringología (ORL). “Aquellas de carácter tumoral (orofaringe, base de lengua, amígdala, algunos tipos de cáncer de laringe) y en casos muy seleccionados de apnea obstructiva del sueño. Los pacientes con apnea del sueño, presentan interrupciones repetidas de la respiración mientras están durmiendo alterándose significativamente su calidad de vida. Tiene muchos tipos de tratamiento y uno de ellos es la cirugía robótica”, asegura la Dra. Myriam Navarro Cunchillos, Co-directora de la Unidad de ORL del Hospital Ruber Internacional

La robótica aplicada a la otorrinolaringología se empezó a practicar en España durante el año 2013. Desde entonces, el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, jefe del servicio de ORL del Hospital Universitario Rey Juan Carlos y recientemente miembro del equipo de ORL del Hospital Ruber Internacional, está practicando con su equipo de forma habitual intervenciones de este tipo. El uso del Da Vinci permite abordajes menos agresivos y un mejor manejo de las secuelas, pero no está exento de limitaciones. Para empezar, como indica el otorrinolaringólogo del Hospital Ruber Internacional, Manuel García Simal, requiere de un entrenamiento. Además, es caro. Cuesta dos millones de euros cada robot. “No hay tantos tumores o lesiones en esa zona-asevera el doctor Garcia Simal- como para que en cualquier hospital tengan un Da Vinci.

Más allá del precio, otra de sus limitaciones es que no es válido para todo tipo de pacientes, ya sea por su patología o por sus características anatómicas. “Si tiene un problema de apertura bucal, no puedes utilizarlo”, afirma el doctor Gutiérrez Fonseca. A su vez, como indica Myriam Navarro, el robot quirúrgico no es capaz de cortar hueso. “Si hay que extirpar un margen de mandíbula-explica Raimundo Gutiérrez Fonseca-, no podríamos hacerlo. En estos casos hacemos las partes blandas con el robot. Lo retiramos y cortamos la mandíbula por medio de otra tecnología. Después introducimos de nuevo el Da Vinci y seguimos trabajando”.

Aún hay mucho margen de mejora, como el desarrollo de brazos robóticos adaptados específicamente a la otorrinolaringología. La incorporación del Da Vinci no es el único cambio relevante en la especialidad. El propio perfil de los pacientes con tumores de cabeza y cuello no es el mismo que hace unos años. “Si bien el alcohol y el tabaco es un factor de riesgo indiscutible para este tipo de tumores -asegura el doctor García Simal- afortunadamente cada vez fuma y bebe menos gente. Sin embargo, está aumentando el cáncer de orofaringe relacionado con el virus del papiloma humano “.

En estos tumores, relacionados con el virus del papiloma, según indica el doctor Fonseca, el abordaje con el sistema robótico Da Vinci permite cirugías mucho más limitadas y menos agresivas porque también las características del tumor son diferentes que el cáncer de los fumadores.

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