A falta de GH Dúo 2, cancelado antes de comenzar para no desgastar la marca tras el escándalo del ‘caso Carlota’, y a la espera de una nueva edición de Supervivientes, que desembarcará en Mediaset dentro de un mes, el grupo de Fuencarral optó por fiar gran parte de su parrilla a La isla de las tentaciones. Se trataba de una decisión peligrosa ya que, además de ser un programa enlatado que rompe con el espíritu de ‘todo directo’ que impera en Telecinco, su fiabilidad no había sido testada previamente al tratarse de un estreno, lo que redoblaba el riesgo de que el espacio se convirtiese en el primer fracaso del año.
Pese a todo, el reality que comanda Mónica Naranjo ha conseguido superar estos obstáculos para acabar convirtiéndose en una de las grandes sorpresas televisivas de este comienzo de 2020. La isla de las tentaciones aterrizó en Mediaset el pasado jueves 9 de enero con un estreno simultáneo en Cuatro y Telecinco que firmó, entre las dos cadenas, un 23,3% de share y 2.978.000 espectadores. Aunque se trata de un buen dato, lo cierto es que ninguno de los canales logró liderar el prime time (un privilegio que recayó en Cuéntame), un hecho que desembocó en la aparición de ciertas dudas acerca del rendimiento del formato a medio plazo.
Dicha incertidumbre quedó disipada el martes 14, día en el que Cuatro emitió la segunda gala del espacio. Ya en solitario, La isla de las tentaciones sí logró despegar y se apuntó un 17,2% de cuota de pantalla y 2.270.000 televidentes, afianzándose como la oferta más vista de la noche. Además, las buenas sensaciones de su emisión lineal se trasladaron a las redes sociales: la entrega escaló hasta el quinto puesto del ranking de los programas más comentados a través de Twitter, donde generó 67.000 mensajes de 17.800 autores únicos.
El acierto de Mediaset al apostar por La isla de las tentaciones se confirmó dos días después de la mano de la tercera gala, esta vez en Telecinco. El programa cosechó un 20,9% de share y 2.449.000 seguidores, un éxito que volvió a verse reflejado en las métricas de audiencia social: el espacio generó 176.100 mensajes en Twitter de 46.600 usuario únicos, lo que supone el doble de interacción con respecto a El tiempo del descuento, la otra gran baza de Mediaset para este trimestre.
Esta buena racha se vio frenada con la emisión de El debate de las tentaciones, la tertulia presentada por Sandra Barneda en Cuatro, que no brilló en audiencias pero sí ayudó a levantar la franja nocturna de la cadena. Pese a que se quedó muy lejos de la competencia (10% de share y 1.311.000 fieles), el espacio cosechó 4,6 puntos y 443.000 adeptos más que El invitado, la película emitida por el canal siete días antes.
En sus primeros días en antena, La isla de las tentaciones se ha afianzado como un negocio redondo para Mediaset. Además de rellenar tres prime time y ofrecer contenido al resto de programas de Telecinco, la compañía está descubriendo nuevos perfiles dentro del elenco que encajan dentro de la dinámica de la empresa y que podrían convertirse en un soplo de aire fresco de cara los castings de los realities que Mediaset tiene en cartera. Pero la felicidad de Paolo Vasile y los suyos no queda ahí, ya que este buen sabor de boca se ve reforzado por el meteórico asentamiento que ha tenido el espacio dentro del imaginario popular, colándose rápidamente en las conversaciones a la hora del café del día después, y por el hecho de que el grupo de Fuencarral haya afianzado un nuevo producto dentro su universo de realities.
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