La “aznaridad” y el legado de José María Aznar ha sido objeto de repaso este viernes en laSexta Columna. Hace veinte años nacía la que definió Montalván como “aznaridad”, un estilo político y forma de gobernar, con tintes de flequillo, running, pádel y abdominales, que crearon tendencia sobre todo en las filas del PP.
El antiguo bastión y soldados de Aznar, está completamente manchado por la corrupción: Blesa, Caja Madrid, las preferentes, las tarjetas black y ahora, los papeles de Panamá. Mientras Aznar repartía carteras, sus fieles ministros de la época andan desaparecidos del PP, como Cascos, o Mayor Oreja. Según Iñaki Gabilondo, “Aznar fracasó estrepitosamente en el capítulo de hacer justicia”. Ignacio Escolar por su parte opina que el “aznarismo” en el PP, es residual.
Para Isabel Benjumea, que dirige la ‘red Floridablanca’ para un proceso de cambio dentro del PP, la “aznaridad” es la refundación del centro derecha. Luis maría Ansón recalcó que Aznar tenía algunas cualidades muy estimables en el ejercicio de la política: “Una, la coherencia ideológica y otra, la firmeza para defender lo que pensaba”. En laSexta Columna, Ignacio Escolar afirmaba que Aznar es el presidente de gobierno más soberbio de todos los que hemos tenido y acabó siendo víctima de su propio personaje, mientras Iñaki Gabilondo recordaba que a Aznar nunca le ha cabido la más mínima duda.
Desde la burbuja inmobiliaria, laSexta Columna ha repasado la trayectoria del que fue presidente de gobierno. En su primera legislatura, negoció y pactó con los nacionalistas, los sindicatos, y aunque fue beligerante con ETA, también lo intentó con la banda. Rajoy le serviría como enemigo, y es que Aznar, pasó de procesarle buenas palabras a la más completa ignorancia cuando Rajoy comenzó a perder las elecciones. El congreso del PP en Valencia de 2008 fue un punto de inflexión, donde Aznar reaccionó con un desplante en público llegando tarde y saludando a Rajoy con frialdad.
De enemigos a enamoramientos políticos en laSexta Columna, como el que tuvo Aznar con George Bush, transformando para mal la política exterior española y llevando al país a una guerra no consentida. Tras los atentados en EEUU en 2001, Bush respondía con los ataques a Afganistán e Irak, mientras Aznar se hacía hueco en la foto de las Azores. “La gran mentira en la que participó nuestro gobierno ha provocado el aumento posterior del yihadismo en todo el mundo” afirmaba Ignacio Escolar. “El único de la foto de las Azores que no ha pedido perdón a sus ciudadanos y al resto del planeta por lo que provocó esa guerra, es Aznar” concluía.
Para Gabilondo, la boda de la hija de Aznar en el Escorial, que pareció la de la hija de un Rey, fue una “auténtica fantasmada”. Primeros ministros como Blair y Berlusconi, la élite empresarial y periodística, además de figuras del mundo del corazón se dejaron ver entre los invitados. Y, por supuesto, toda la cúpula del PP, incluida la Gurtel. Rupert Murdoch, que también acudió a la boda, cuatro años después contrato a Aznar para su imperio mediático. Repasaba también laSexta Columna la gran mentira durante los atentados de Madrid del 11M, en los que el PP atribuyó los ataques a ETA. Una mala gestión que pagaron cara.
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