Reteros sin Fronteras protesta la agresión que, el 17 de marzo de 2005, sufrió Magno Sosa, director del bensual Rebelión, en la región de Ayacucho, al sur de Perú.
Reteros sin Fronteras protesta la agresión que, el 17 de marzo de 2005, sufrió Magno Sosa, director del bensual Rebelión, en la región de Ayacucho , al sur de Perú.
El 17 de marzo de 2005 Magno Sosa se encontraba en una estación de carretera de Huamanga (Departamento de Ayacucho) cuando le agredieron violentamente Gloria Alvárez de la Cruz y Basiliza Dololier Quispe. Ambas mujeres, dirigentes del Frente de los Despedidos, le arrancaron la camisa y le arañaron en el cuello, mientras le amenazaban de muerte. Le acusaron de publicar artículos difamantes contra ellas. El periodista tuvo que salir de la estación protegido la policía. Ha presentado denuncia y ha pedido protección, para él y los suyos. También pidió un reconociento médico.
Rebelión escribió que, bajo el régen de Alberto Fujori, las dos agresoras recibieron cantidades de dinero para que se incluyeran los nombres de trabajadores despedidos en la lista de las personas reintegradas en sus puestos. El bensual reveló también, dos días antes de la agresión, que Gloria Alvárez de la Cruz había accedido a la función de adjunta municipal de Huamanga a pesar de las sospechas de desvío de dinero (entre 1995 y 1997 según Rebelión) que pesaban contra ella.
No es la prera vez que Magno Sosa sufre una agresión, o recibe amenazas de muerte razones profesionales. En 1991 y 1992 el periodista tuvo problemas con las fuerzas armadas de la región de Ayacucho, entonces en lucha con la guerrilla de Sendero Luminoso, cuyas exacciones dio a conocer. En agosto de 1991, la policía le encerró dos meses ”terrorismo”, y posteriormente le puso en libertad falta de pruebas. En 2003, Magno Sosa fue agredido a pedradas, y herido en la cabeza, unos cultivadores de coca, de los que había revelado las conexiones con el tráfico de droga.
