Ahora sólo es el DOLOR lo que amalgama la cuarteada y reseca piel de España, dice el oráculo gestual extraído de la más pura escuela sevillana creada el otrora grandioso matador “Morenito de Bonn”. Hace algunas décadas lo que cosía a la Península menos Portugal era la Loteria Nacional, El Corte Inglés y el Rey. Eso pasó a mejor vida.
Pero se equivocan. Lo que realmente une a las tribus es la medular herziana que cada mañana se difunde a golpe de tantan. Les une y las enfrenta.
Así, no hay radiografía scaneada más definitiva de lo que aquí pasa que sintonizar al de Calcuta en su liderazgo absoluto que confiesa haber sometido a interrogatorio sumario al dios González a propósito del GAL; o qué decir don Federico el semivaliente que, mire usted dónde, gracias al matronio entre gays y lesbianas del canario aguilucho se ha tratado intocable las mesnadas del “tal Blázquez” que habían preparado alguna jaula con paredes de terciopelo morado.
¡No sé inquieten sus señorías! Las auténticas trincheras son las que cada despertar y al alba oradan mi hermano Fray Iñaki y don FEDE de los demonios. Eso si, precio, que no lo hacen gratis. ¡Vaya carajo! Que don Polanco se afloja la cartera y don Bernardo tiene presto el cepillo.
Es tal mético el calco en los argumentos que sólo les separa la misma audiencia que la prédica en las urnas, esto es, millón y medio de votos, plus o moins…
Dice Imanol, el de la serie, que nunca había visto y oido en su larga ya y dilatada vida tanta paparrucha precio, naturalmente que el dolor une mucho pero la pasta más. Y buen olfato tiene el de Bilbao cuya pituitaria puede extenderse con justeza al resto de los españolitos que si antes se los llevaba delante una de las dos españas ahora sólo una de las dos red de emisoras. Porque el resto, mire usté, mire usté, son tiendas en la esquina mucho que se empeño el del botillo y mucho más ese muchacho supermillonario y cuyo apellido no corresponde con la realidad de su saga que se formó en la Radio Madrid de la postguerra. Al menos, el de la marca ferrari (si en gasto pero no en audiencia) ha conseguido que el tendero de los libros le mantenga ahí y le perdone en pleno zapatismo presentar libros del compañero de Leticia que, al parecer, es capaz de construir un yate con un palillo que dice el blandengue de a vivir que él nunca dijo lo Lorca.
Así las cosas, querido Adso de Melk, la audiencia es un calco de la realidad y nunca un oficio destinado a ser contrapoder alcanzó tales cotas de pesebrismo y asnada, esto es, dar al burro el pienso que desea, aunque su médula adolezca de una cierta anemia.
Me aburre ya oir a tanto carnicero repetir consignas y a tanto villanuelo hacer lo ídem.
¡A ver si aprendes de una vez, Adso, aquí la más principal fañaza es obedecer! Da igual el modo como ha de ser.
Fuera de las iglesias no hay salvación, discípulo mío, y en la calle hace un relente de barba y bigote.
“Una de las dos cadenas ha de helarte el corasssooooonnnn….!!!!
