El nuevo puente aéreo informativo siembra de incertidumbre a un país en el que proliferan las aerolíneas interesadas a bajo coste. España entera se levanta hoy leyendo a sus paisanos catalanes; pero no se lee ni un párrafo del nuevo estatuto ni de los archivos devueltos desde Salamanca, nada de eso; España lee algo que quiere leer desde hace tiempo: el ‘Plan ZP’ para acabar con ETA. Unos, para aplaudirlo; otros, para mirarlo con lupa y escrutar todas las concesiones del pacto de arriba abajo.
El nuevo puente aéreo informativo siembra de incertidumbre a un país en el que proliferan las aerolíneas interesadas a bajo coste. España entera se levanta hoy leyendo a sus paisanos catalanes; pero no se lee ni un párrafo del nuevo estatuto ni de los archivos devueltos desde Salamanca, nada de eso; España lee algo que quiere leer desde hace tiempo: el ‘Plan ZP’ para acabar con ETA. Unos, para aplaudirlo; otros, para mirarlo con lupa y escrutar todas las concesiones del pacto de arriba abajo.
No suele ser competencia de los redactores de este medio tomar partido en cuestiones meramente políticas o gubernamentales. Hasta cierto punto. Porque cuando la política toma parte activa en el desarrollo de los acontecientos del tratamiento informativo de un país, hay que andar con pies de plomo. Esta es una política de la cual tenemos potestad para opinar: la informativa.
¿Por qué esta noticia aparece en sendos medios catalanes, El Periódico y La Vanguardia? Presumiblemente, viene a ser una filtración directa e interesada desde Moncloa. Claro, va siendo hora de ponerse los galones para salir a escena. Enric Hernández desarrolla, desde la capital, el titular a cuatro columnas de El Periódico: ‘El plan para el fin de ETA está listo’. Habla también de dos mesas sultáneas de negociación. Y no vaticina, publica. Publica en el sentido de hacer público algo que sabe de muy buena tinta. Nadie puede dar esta noticia, desgranando las claves, si no se está completamente seguro. Cristina Sen, de La Vanguardia, le da una vuelta a la información: ‘ETA prepara la presentación solemne de un alto el fuego que abra el proceso de paz’. Contundente. Como si fuese amiga –Dios la libre de la cúpula dirigente. Pero amiga, además, de toda la vida.
Estos dos medios catalanes se hacen eco hoy de una información tan confidencial como arriesgada, sobre todo si estas expectativas no se ven resueltas. Todo apunta al chivatazo fraternal, aquel en el que el hermano mayor pone condiciones. ¿Por qué no ha sido El País el prero en emitir esta información? En PRNoticias sabemos que hay muchos redactores de este periódico en desacuerdo con la política de protección hacia el gobierno y ya se empiezan a cuestionar la independencia del diario. ¿Por qué jamás esta noticia hubiese sido emitida, en pricia, el ABC o La Razón? ¿Por qué la Administración y los organismos Públicos continúan vetando los medios digitales?
El Gobierno, consciente de la tancia del tratamiento informativo que los medios de comunicación dan a la actualidad como creadores de opinión pública, no quiere dejar ni un cabo suelto en este aspecto. Pero tendría que preocuparse en atar otros cabos más tantes, sobre todo en un campo tan delicado como lo es el terrorismo de ETA. Todos, todos los gobiernos democráticos sin excepción han negociado, desde la Transición, con la banda terrorista.
Pero lo han hecho en silencio, en la clandestinidad de las reuniones secretas, en los despachos. Ahí es donde se hace la verdadera política. En la foto, mientras uno se cuelga las medallas, todo el mundo sale favorecido. Que tengan cuidado. La piel del oso está en los kioscos. Si no le dan caza a tiempo, puede salirles más cara que nunca.