Las azañas del constructor de Seseña, Francisco Hernando, están saliendo poco a poco a la luz pública después de que el pasado mes de enero, desde este tal, se descubriera prera vez la liebre del desarrollo urbanístico de El Quiñón y el efecto frontera. En PRMadrid ya hemos apuntado en muchas ocasiones al problema del agua que existe en el Residencial Francisco Hernando, así como la carencia de infraestructuras…
Las azañas del constructor de Seseña, Francisco Hernando, están saliendo poco a poco a la luz pública después de que el pasado mes de enero, desde este tal, se descubriera prera vez la liebre del desarrollo urbanístico de El Quiñón y el efecto frontera. En PRMadrid ya hemos apuntado en muchas ocasiones al problema del agua que existe en el Residencial Francisco Hernando, así como la carencia de infraestructuras.
Precisamente sobre el tema de la laguna y las cisternas cogiendo agua del Canal de Isabel II hablamos en este tal la semana pasada. Hoy, el Confidencial.com publica un artículo menorizado del asunto acompañado con una fotografía que publicó El Mundo en su edición presa en una entrevista al constructor, que su interés reproducos a continuación.
El Canal de Isabel II denuncia a `El Pocero´ robo de agua para su macrociudad en Seseña
El Canal de Isabel II interpuso el pasado 3 de septiembre denuncia defraudación de agua contra Francisco Hernando Contreras, el famoso “pocero” de Seseña (Toledo), localidad donde su promotora Obras Nuevas de Edificación 2000 SL, (ONDE 2000) ha construido un pequeño Manhattan de pisos que no cuenta con servicios (escuelas, hospitales, etcétera) de ningún tipo, ni siquiera el básico del abasteciento de agua.
La denuncia fue presentada ante el Equipo de SEPRONA de la Guardia Civil de Tres Cantos (Comandancia de la Guardia Civil de Madrid), lo que provocó la apertura de las correspondientes investigaciones policiales, elevadas después al Juzgado de Instrucción numero 3 de Aranjuez, donde se tramitan diligencias previas el procediento abreviado nº 1550/2005A.
Desde hace meses, el supuesto escándalo relativo a la construcción de una macrociudad fantasma en el denominado PAU “El Quiñón” en las lindes entre las Comunidades de Madrid y CastillaLa Mancha, obra de un personaje llamado Paco Hernando, el “pocero” de Seseña, un millonario con yate y avión privado, acapara todas las conversaciones en los cenáculos madrileños de la política y el dinero.
El morbo de los comentarios, sin embargo, está centrado en la personalidad de los supuestos socios del “pocero”, algunos de ellos supuestamente políticos del prer nivel, entre los que se encontraría el ex ministro de Defensa y antiguo presidente de la Junta de CastillaLa Mancha, José Bono.
De regreso de un viaje a los Estados Unidos, Bono desmintió ayer tajantemente a este diario cualquier relación, y menos societaria, con el “pocero”: “Una falsedad absoluta. Este señor hizo ahí una promoción después de que el expediente le fuera devuelto varias veces para que garantizara cosas como el suministro de luz y agua, y te puedo asegurar que después de que estallaran esos rumores he pedido que me revisen el expediente con un rigor absoluto. Incluso fue sancionado esta Comunidad un vertido ilegal realizado precisamente a una laguna de Seseña. Alguna comida he tenido con él, sí, pero estoy dispuesto a devolverle el te de las angulas…”.
Al agua del Canal
En las últas fechas, ha corrido como la pólvora el rumor según el cual el Canal de Isabel II, cuyo presidente es Ignacio González, a su vez vicepresidente prero de la CC.AA. de Madrid, estaba a punto de llegar a un acuerdo con el pocero para resolver el problema del suministro de agua al ‘Residencial Francisco Hernando’, a pesar de estar situado fuera de los límites de la Comunidad Autónoma de Madrid.
La realidad parece desmentir tal supuesto. Los hechos denunciados parten de una información recibida en la sede del Canal desde la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, el 17 de junio de 2005. Ese día, una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Illescas, de servicio en las cercanías del PAU “El Quiñón”, término municipal de Seseña (Toledo), observó a las 23,30 cómo un camión cisterna vertía su contenido de agua en un lago artificial construido como elemento decorativo en el nuevo complejo urbanístico del citado PAU.
Las gestiones efectuadas la patrulla del Seprona permitieron conocer la identidad del conductor del camión cisterna y de su propietario. Tirando de este hilo y del delegado de obras del PAU, José Luis Hernández López, el propio Canal pudo identificar a las personas, tanto físicas como jurídicas, plicadas en la denuncia, empezando la empresa constructora la ya mencionada ONDE 2000 del PAU, en el que se ubicarán entre 20.000 y 22.000 viviendas.
La zona carece de abasteciento propio de agua, lo que, dada la envergadura de las obras y la necesidad de ella tanto para la construcción como para el consumo del personal que allí trabaja, más de 1.000 personas, ONDE 2000 se ve obligada a contratar el suministro mediante camiones cisterna, tarea de la que se encargan las empresas Transtes Magro Fernández y Eusebio Blanca e Hijos, ambas afectadas la denuncia.
Camiones de contrabando
La construcción del complejo precisa del ate diario de una media de 150.000 litros de agua suministrada íntegramente camiones cisterna. El agua se vierte a un estanque de 18.000 metros cuadrados de extensión una profundidad de 1,5 metros, cuya utilidad rebasa el mero ornato puesto que servirá para abastecer, mediante red de circuito cerrado, los depósitos del complejo, el sistema de riego, etcétera.
Naturalmente los citados camiones cisterna se abastecen de agua en Aranjuez, pero el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de esta localidad y los dueños de las cisternas sólo autoriza el suministro a lugares situados dentro del término municipal y nunca fuera, y menos aún en lugares situados fuera de la Comunidad de Madrid, como es el caso de Seseña, que no dispone de convenio alguno de abasteciento con el Canal de Isabel II.
El Canal de Isabel II esta que al macroestanque de ‘Residencial Francisco Hernando’ de Seseña se han vertido aproxadamente unas 600 cargas de cisternas, con agua ilegalmente sustraída al propio Canal.
