La comunidad online MySpace cada vez tiene más usos. El últo es utilizarla para buscar niños desaparecidos en EEUU, donde ya se han resuelto dos casos a través de esta web.
La comunidad virtual MySpace cada vez tiene más usos. El últo es utilizar el tal como herramienta para buscar menores desaparecidos en Estados Unidos, donde ya se han resuelto dos casos a través de esta web.
Con casi 95 millones de usuarios en todo el mundo, y pese a la polémica la seguridad, MySpace parece un buen sitio para encontrar a menores desaparecidos. “Mucha gente no ve las noticias, sobre todo la población entre 16 y 26 años, eso pienso que MySpace es la forma más fácil de acercarse a ellos”, afirma T Caya, quien ha resuelto dos casos mediante esta web.
Caya ha defendido la validez de MySpace para su propósito y dede hace casi dos meses dedica su tiempo a investigar los casos que le llegan en su propio espacio. El espacio de Caya contiene información sobre decenas de casos de desaparición de menores que continúan abiertos, además de un enlace con la página de los delincuentes más buscados de Estados Unidos a través de la cual se puede conocer el historial delictivo de estos crinales.
“No gano dinero con esto. Sólo hay dos razones que me han llevado a tomar esta decisión: ayudar a encontrar a los menores desaparecidos y a poner entre rejas a los enfermos que les hacen daño”, ha explicado.
Cuando empezó, hace poco más de dos meses, sólo contaba con 62 ‘amigos’ en su lucha “lpiar el país del mal que acosa” a los niños. En la actualidad son más de 18.000 las personas que están adscritas a su página y reciben regularmente el boletín que edita.
Kristina Helbig, una mujer de 38 años de Cleveland, fue la prera en confiar en Caya para encontrar a su hermana de 15 años, que había huido de un centro de desintoxicación de Miami. Tres días después, la menor de los Helbig estaba en casa junto a sus padres, tras haber permanecido con un chico y su familia, quienes aseguraron no saber que se trataba de una joven fugada.
Aún más rápida fue la resolución del segundo de los casos, la desaparición de una chica de 17 años de Sandy (Utah), de la que Caya no sabía ni siquiera el nombre. “Solo vi su foto en la página del Centro Nacional para Niños Desaparecidos (NCMEC). A los cinco minutos de mandar el boletín con la información del caso ya tenía su nombre, y dos días después fue encontrada y trasladada junto a su familia”, explica.
