Congreso sobre el impacto de empresas y organizaciones

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 El ejercicio de la responsabilidad social no puede ser contradictorio con la eficiencia y la productividad de la empresas. El libre mercado exige el escrupuloso cumpliento de normas y leyes basados en principios morales como el respeto a las libertades individuales’, afirmó Ana Botella, teniente de alcalde y concejala de Empleo y Servicios a la Ciudadanía , durante la inauguración del Congreso y Salón de Responsabilidad Social Corativa (RSC), en el Palacio Municipal de Congresos.

 

 

El Ayuntamiento de la Ciudad de Madrid ha organizado este congreso a través de la Fundación de Voluntarios Madrid, que se enmarca dentro del conjunto de actividades de Otunidades para el Mundo.

 

La responsabilidad social corativa (RSC) hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos, legales y éticos, tanto nacionales como internacionales, que se derivan de los pactos que la actividad de las organizaciones producen en el ámbito social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos.

Actualmente, las empresas en sus ejes de actuación están tomando en cuenta las necesidades sociales, laborales, medioambientales y de derechos humanos, como parte de su estrategia de negocio.

 

Para Botella, la pobreza es el prer problema que hay que solucionar y, tanto, ‘responder a las necesidades sociales exige como prera condición la creación de riqueza, es decir, generar recursos o los medios que nos permitan alcanzar los fines y los bienes que sólo en sociedad podemos lograr’.

 

 

 

Botella afirmó que hay que buscar el equilibrio entre las diferentes posturas. ‘Cuando una compañía genera beneficios está mejorando las condiciones de vida de la sociedad en la que se desarrolla su actividad y ninguna interpretación de la responsabilidad social debería poner en peligro estos efectos positivos de su actividad económica’.

 

 

 

Para la concejala las empresas mantienen relaciones ‘e interdependencias mutuas’ con la sociedad, tanto, las actividades que realizan repercuten en ella y viceversa.

 

 

 

Botella señaló que en la actualidad se ha extendido ‘la idea de responsabilidad social de la empresa más allá de los intereses económicos’. Cada vez hay más empresas que consideran compatible la competitividad y el creciento económico con la protección del medio ambiente y el fomento de la responsabilidad social.

 

 

 

En este sentido, en los últos años han surgido algunas iniciativas mundiales que han incorado la responsabilidad sociales a la estrategia empresarial buscando la uniformidad de las actuaciones. Entre ellas se encuentran el Pacto Mundial pulsado la ONU , las líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales o el Libro Verde de la Comisión Europea acordado en el Consejo Europeo de Lisboa.

 

 

 

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