En el marco del XIII Congreso Nacional de Andrología ha tenido lugar el sposio ‘El cerebro como órgano sexual’ en el que han participado expertos que reafirmaron la tancia del cerebro para la vida sexual y el bienestar de la misma.
Los más recientes estudios sexológicos señalan que el mayor y más potente órgano sexual es el cerebro. En el marco del XIII Congreso Nacional de Andrología, que se ha celebrado los días 10, 11 y 12 de mayo en Córdoba, ha tenido lugar el sposio ‘El cerebro como órgano sexual’. En el debate han participado expertos andrólogos y sexólogos que reafirmaron la tancia del cerebro como responsable de ordenar la producción y regular la cuantía de las sustancias químicas determinantes para la vida sexual y el bienestar de la misma.
El periodista Pedro Piqueras ejerció de moderador de la mesa redonda que contó con la participación de la Dra. Ana Maria Puigvert del Instituto de Andrología y Medicina Sexual, y Manuel Mas, Catedrático de Fisiología y Director del Centro de Estudios Sexológicos (CESEX) de la Universidad de La Laguna de Tenerife. Ambos facultativos resaltaron el papel fundamental del cerebro en la consecución del bienestar sexual, físico y mental.
Y es que, según explicaron ambos expertos, con el proceso de envejeciento empiezan a aparecer síntomas que denotan algunas deficiencias o disfunciones sexuales inevitables en la fase de madurez. En la población masculina, la andropausia o andropenia, es el término médico que define estos síntomas. Ésta se produce la disminución progresiva de la producción de la principal hormona masculina, la testosterona.
A la luz de la información publicada, la disminución de la libido o deseo sexual, la fatiga, el áno depresivo, la irritabilidad y, en general, la sensación de malestar físico y emocional, son algunos de los efectos derivados de la andropausia o andropenia.
Los doctores Mas y Puigvert también señalaron durante el sposio el vínculo existente entre estos síntomas –sobre todo el descenso de la libido y la aparición de disfunciones sexuales como la ausencia de erección. La erección depende en gran medida de los estímulos sensoriales (vista, olor o tacto) que despiertan la excitación y provocan pulsos nerviosos que parten del cerebro e inducen la erección. Así, si disminuye el nivel de testosterona y en consecuencia el deseo sexual, puede ser causa de la disfunción eréctil amén del resto de síntomas anteriormente citados, comentaron los ponentes.
En el mismo sposio participó además Rosendo Mateo, distinguido perfumista y compositor de olores que incoró al debate la relevancia de los olores en la estulación y el placer sexual.
La actriz Loles León fue el cuarto miembro de esta mesa y en sus alocuciones ató una visión sin ambages sobre la libido y los estímulos necesarios para gozar plenamente de las relaciones sexuales.
En definitiva, las investigaciones de los mayores expertos concluyen que el cerebro es el órgano sexual más tante. Las anomalías hormonales y otras disfunciones piden una vida sexual plena (disminución de la libido, disfunción eréctil, etc.). Pero aún así, hoy en día los tratamientos farmacológicos y los avances de la investigación científica permiten controlar y paliar los efectos del claterio.