La novedad se encuentra en los dos suladores que los juristas han podido utilizar para comprobar los efectos del alcohol en la conducción: en ambos se puede disfrutar de una conducción normal (tanto en ciudad como en autopista y autovía) prero, para pasar después a una sulación de conducción con 1,2 gramos de alcohol litro en sangre.
Según el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, estos sistemas, muy ilustrativos, ayudan a valorar los efectos que tiene la ingesta de alcohol, y que vas desde errores en la estación de la distancia, hasta la disminución del ángulo de visión y el aumento del tiempo de reacción.
Además, el curso cuenta con varias mesas redondas y ponencias de temática relacionada con la justicia y la seguridad vial, de las que sólo una ha sido estrictamente jurídica y ha contado con la presencia del director general de Tráfico, Pere Navarro, y el presidente de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso, Jordi Jané.
Por otro lado, y dentro de la formación práctica, los fiscales podrán aprender, en un circuito del RACE, a gestionar una frenada de emergencia con y sin ABS, a conducir con ESP (control electrónico de la estabilidad) y a manejar el vehículo sobre pavento deslizante.
Pese a que aún no ha terminado, los participantes en este seminario se han mostrado encantados con la iniciativa, sobre la que han afirmado que les ha ayudado tanto en su faceta profesional como en su papel de conductores.
Por otro lado, los fiscales han expresado su opinión sobre la necesidad de generalizar este tipo de cursos a todos los conductores, dado que, pese a que los sistemas de seguridad y las carreteras van evolucionando con el tiempo, normalmente la formación del conductor no lo hace.
Este seminario se clausurará mañana con la presencia del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y el Fiscal General de Seguridad Vial, Cándido Conde Pumpido.
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