SANGRE EN LOS PARTIDOS

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Dentro de la crisis del PP en Madrid, se debe destacar al menos un aspecto positivo: la transparencia. NO sé si es positiva o negativa, pero en estos tiempos en los que tantas cosas se hacen a oscuras, creo que es justo subrayar la desnudez con la que se afronta el lavado de los trapos sucios.

Quienes estos días se preocupan tanto del PP son quienes nunca le han votado ni les votarían jamás. Entiendo que la ausencia de Gallardón (cuidado con convertirse en el ausente) no afecta al programa. Será el mismo con él o sin él. Quienes insultan a Esperanza como si fuera la abanderada de la extrema derecha saben que mienten. Rajoy ha tomado la decisión de dejar fuera de la lista a los delfines y a los que pueden organizarle el 10 de marzo una guerra de sucesión. Como decía mi padre, cuando los niños se pelean se castiga a todos igual.

¿Que ha habido sangre en la casa popular? Miren en el PSOE. Zapatero ofreció la cabeza de Maragall a Artur Mas. La sirvió en bandeja. Laminó a Nicolás Redondo con chantajes y amenazas para poner a Pachi López, más favorable a negociar con la Eta. Trituró a Jordi Sevilla, su oposición a la política territorial: le envió a las fieras de Valencia, donde desde entonces arde como una falla. Este PSOE es el mismo que defenestró a Borrel utilizando sus negocios inmobiliarios con dos corruptos amigos suyos.

Quizá Rajoy se ha equivocado en el tiempo, pero es soberano en su partido para poner en las listas a quien le parezca. Y hasta donde yo sé, Gallardón sigue siendo alcalde de Madrid, ¿verdad Maragall?

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