Cuando llegue el 9 de marzo habrán terminado cuatro años de uno de los gobiernos más torpes, confusos e incapaces en el ejercicio de su propia comunicación. Ya que este tal trata de esta cuestión, propongo que hagamos un análisis de lo que ha sido este tiempo, y sus ejemplos más notables.
El últo, como saben, es el de los famosos 400 euros. Hasta los tertulianos que beben en la fuente de consignas que es Pepiño Blanco lo reconocen: nunca un gobierno ha sido tan zafio. No saben comunicar, y crean confusión. Zapatero salió a buscar votos con un paquete de cheques en la mano, y de golpe se ganó el rechazo de los pensionistas, de las viudas, de las rentas más bajas, y de los autónomos.
Decían que el PP, en el gobierno, no era muy ducho en asuntos comunicadores. Pero el PSOE le supera con nota. El proceso de conversaciones con la Eta, el Estatuto catalán, la Opa de Gas Natural a Endesa, los intentos de derribar a Francisco González en el BBVA, o las últas entrevistas de ZP en EL Mundo y TVE demuestran que este gobierno provisa, desconoce las reglas básicas de la comunicación institucional, y ofrece como único producto de bandera una sonrisa que hace tiempo se quedó congelada el subidón de los precios y el descontrol de la economía.
Los socialistas han demostrado que trabajan bien el agitprop, el control callejero, las algaradas, la pancarta. Cuando se trata de dar trigo son los peores comunicadores.