El presunto cabecilla del ‘caso Guateque', Victoriano Ceballos, ha acudido esta mañana a los Juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid para declarar ante el juez Torres la trama de corrupción destapada hace unos meses en el Ayuntamiento. En su discurso, el funcionario ha afirmado que sólo se adelantaban los expedientes que decían los políticos y que las recomendaciones eran un mecanismo habitual. Según informa la agencia Europa Press, Ceballos ha hablado abiertamente con los periodistas en los pasillos de los Juzgados de Plaza de Castilla tras declarar ante el juez Torres sobre las prácticas que se desarrollaban en el Consistorio madrileño para la concesión de licencias.
‘Es normal que se adelanten expedientes, eso es normal. La cadena de mando funciona así, preguntádselo a los políticos. Ese poder no lo tenemos los funcionarios', ha señalado Ceballos, al mismo tiempo que ha afirmado que otra de las vías era que ‘gente pesada' iba a hablar con el director general para ‘llorarle'.
El presunto cabecilla se ha mantenido tranquilo en todo momento lo que está pasando, ya que considera que ‘no hay nada de lo que se dice'. En cuanto a su poder adquisitivo, ha apuntado irónicamente que es un corrupto de 3.000 euros y que si tuviera tanto dinero no tendría a su hijo trabajando.
La declaración de Ceballos ha supuesto el prer cara a cara del funcionario con su jefe directo, Joaquín Fernández de Castro, y con David Jénez López, un ingeniero de la Gerencia de Urbanismo que aparece en una conversación telefónica requisada la Guardia Civil, en la que se habla sobre los pagos investigados.
Con esta comparecencia, el cerco parece ir estrechándose poco a poco, aunque aún parecen quedar bastantes temas tratar.