La satisfacción el deber cumplido (el año pasado la cifra de muertos en carretera se equiparó a la de hace 40 años) puede llevar a correr el riesgo de acomodarse y dejar de luchar. Y esto es lo que podría pasarle al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). La formación basa su programa electoral en materia de seguridad vial en continuar las mismas líneas y los mismos proyectos que se han desarrollado durante la pasada legislatura, con muy pocas innovaciones respecto a lo ya visto, pese a lo que afirma que ‘la lucha contra los accidentes de tráfico (…) seguirá siendo un firma compromiso cívico, ético y político'.
En prer lugar, se renovará el Plan Estratégico de Seguridad Vial hasta 2012, estableciendo objetivos concretos y cuantificados en el tiempo, al mismo tiempo que se promoverá la elaboración de Planes Autonómicos de Seguridad Vial. Además, se establecerá el contenido míno común de los planes municipales de seguridad vial, que serán obligatorios en localidades de más de 40.000 habitantes.
Aunque no se ha prometido expresamente la creación de un organismo interministerial de Seguridad Vial (una Agencia o Secretaría de Estado), como sí proponen otros partidos, el PSOE promete dotar a la DGT de respaldo normativo y administrativo y de medios necesarios para ejecutar la política del Gobierno. Mención aparte merecen los procesos telemáticos, tanto en matriculación como en pago de sanciones, que serán accesibles para todos los ciudadanos.
Pero no todas las medidas serán tan populares: el número de radares fijos crecerá hasta los 2.000, mientras que los camuflados lo harán en la medida en la que se cumpla la promesa de ampliar los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil hasta 11.000. Además, se revisará el procediento sancionador para mejorar su agilidad, efectividad y eficiencia.
La formación ha prometido promover las escuelas de conducción segura y eficiente, fomentar la coordinación entre los servicios de urgencia para reducir los tiempos de espera hasta los 10 minutos en zona urbana y 20 minutos en zona interurbana, ampliar las funciones de las oficinas de atención a las víctas, elaborar un ‘Barómetro de la Seguridad en las Infraestructuras Viarias' y promover la incoración de serie de elementos de seguridad activa, así como pulsar la demanda de los mismos parte de la sociedad.
Probablemente, el programa electoral del partido que actualmente gobierna se ha quedado flojo en una cosa, y también probablemente lo pagará en las urnas: los motoristas, cuya opinión acerca del Plan General contra la Siniestralidad de las Motos ya era poco favorable, echarán de menos medidas específicas para su colectivo; la formación política sólo se compromete a desarrollar las medidas ‘consensuadas con el sector y recogidas' en el citado plan y a pulsar ‘la instalación de vallas seguras para motoristas en todas las carreteras priorizando los tramos de concentración de usuarios de dos ruedas', es decir, algo que no es igual, aunque se parezca, a elinar completo los guardarraíles, una de las reclamaciones históricas del sector.
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