Hace días, la delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, anunciaba la posibilidad de que en dos años el acceso al centro de la capital esté restringido para los coches de más de 10 años de antigüedad, es decir, los más contaminantes. Ahora, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) ha hecho público su descontento, ya que considera que esta iniciativa no haría más que perjudicar a las rentas más bajas.
Todos los vehículos que no cumplan la norma Euro3 (es decir, fabricados después del 1 de enero de 2000 o vendidos prera vez después del 1 de enero de 2001) tendrán prohibida la circulación la zona de bajas emisiones, lo que supondrá que los propietarios de vehículos con más de 10 años de antigüedad tendrán que acceder al centro en transte público, siempre y cuando la iniciativa se ponga en marcha.
Faconauto esta que esta normativa supondrá una carga económica posible de sobrellevar para las familias con rentas más bajas (entre los que se encuentran los mileuristas, el 48% de la población de la villa, y los inmigrantes, que compran dos de cada 10 vehículos de segunda mano), que probablemente no podrán permitirse cambiar su vehículo otro nuevo dotado de mecánicas más eficientes.
Ante este problema, la asociación propone varias medidas alternativas, entre las que destaca la puesta en marcha de un Plan Regional de Renovación del Parque, una suerte de Plan Prever madrileño, que afecte a todos los segmentos, incluidos los vehículos industriales pesados, autobuses y autocares y que permita ‘a las familias menos favorecidas económicamente acceder a un vehículo usado más seguro y ecológico, para sustituir su coche viejo'.
Además, los concesionarios proponen que se lleve a cabo una liberalización efectiva del sistema de ITVs y un aumento del nivel de exigencia de éstas, de forma que las inspecciones sirvan para mejorar la calidad del parque automovilístico.
Aunque, si finalmente la medida entra en funcionamiento, la asociación recuerda que para que resultara factible sería necesario fomentar el transte público, de forma que todos los ciudadanos, especialmente aquellos que viven a las afueras de la ciudad, puedan acceder al centro de la misma en un tiempo razonable sin necesidad de recurrir a su vehículo privado.
