Si atropellas a un jabalí… y otras rarezas

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La premisa es ‘quien cause un daño está obligado a repararlo', aunque hay casos en que identificar al responsable resulta bastante complicado. Por ello, Sadyr nos recomientda que si somos víctas de daños producidos socavones, caídas de árboles o señales de tráfico, lo prero es llamar, desde el mismo lugar del accidente, a la Guardia Civil o a la Policía Local, pero si no acude ninguna autoridad competente, se deberá realizar fotos y anotar la dirección o el kilómetro de carretera.

En caso de que los daños se produzcan en una autopista en mal estado, que tenga, ejemplo, presencia de piedras, restos en la calzada, etcétera, es indispensable pedir el ticket en el peaje y solicitar una hoja de incidencias para reflejar el accidente.

Quienes se escapen al campo deberán estar atentos a los analillos que deambulan los alrededores y saber que no es lo mismo tener un accidente con especies silvestres que con ganado. Si los daños están relacionados con anales como jabalíes, corzos o zorros, es necesario llamar a la Guardia Civil.

En caso de que los agentes no se presenten en el lugar de los hechos, cual investigador de CSI, deberemos reunir pruebas y, aunque resulte un tanto tétrico, será tante fotografiar al anal en el lugar de su muerte. Buscar la placa del número del coto y confirmar los datos del propietario con la Guardia Civil también ayudará.

Para las vacas, ovejas y caballos u otros anales de ganadería, lo prero es contactar a la Policía Local, si el accidente ha ocurrido en el casco urbano, o con la Guardia Civil en caso de que se haya producido en carretera. También deberemos anotar el nº de placa del anal y/o hacer fotos del mismo, en caso de que la autoridad no se haga presente y si los hechos han ocurrido en el casco urbano, se recurre a la autoridad correspondiente para localizar al ganadero, requerir sus datos y la Compañía de Seguros, así como la póliza de Responsabilidad Civil

Los testigos son, en todos los casos, cruciales, lo que es recomendable que les pidamos los datos en el mismo escenario de los hechos. El nombre, apellidos y, sobre todo, teléfono de contacto, serán relevantes en caso de que las cosas no se resuelvan de forma amistosa. La cobertura de un seguro, como casi siempre, suele ser lo más cómodo y fácil para enfrentar estas situaciones inesperadas pero que le pueden pasar a cualquier esta Semana Santa.

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