Los emails llegados a preducación vial a lo largo de los últos meses nos han puesto sobre la pista: entre nuestros lectores, cada uno ha sido sometido a un test psicotécnico diferente, a cada uno le han revisado aspectos distintos y cada uno ha pagado un precio diferente. Y es que los Centros de Reconociento de Conductores (CRC) no tienen un protocolo común de actuación, de modo que actúan según su criterio, que en ocasiones no tiene nada que ver con la preocupación la seguridad de los conductores. Desde la asociación CRCOnline llevan tiempo reclamando que la cosa cambie, pero parece que va para largo.
Se supone que un test psicotécnico sirve para descubrir enfermedades o problemas que pueda tener el conductor potencial y que, llegado el caso, pudieran afectar a la conducción y suponer un peligro para otros usuarios de la vía. Nada más lejos de la realidad: los lectores de preducación vial denuncian que lo normal es someterse solamente a una revisión de la vista y a una prueba de coordinación. Con suerte, también de oído, aunque no es demasiado habitual. El test psicológico, o bien no existe, o bien se lita a alguna pregunta de respuesta fácil.
Por otro lado, como los centros son privados, las diferencias entre precios pueden resultar extremas: las mismas pruebas pueden costar entre 23 euros en Madrid y 59 en Palma de Mallorca. Y claro, los usuarios se quejan, que al fin y al cabo, pagar 58 euros leer varias letras en un panel y jugar con una especie de videoconsola anticuada… Haciendo un cálculo aproxado, a 10 minutos y 59 euros revisión, con seis horas de apertura el centro puede llegar a ganar cada día 2.124 euros.
La asociación CRCOnline lleva tiempo luchando lo que ellos mismos denominan ‘la dignificación de los centros', es decir, conseguir que este tipo de consultas se conviertan en una herramienta clave para detectar posibles enfermedades en los conductores antes de que éstos salgan a la vía y las consecuencias puedan ser irreversibles. Sin embargo, aunque no son la mayoría, aún quedan muchas consultas en las que las revisiones psicotécnicas son un negocio fácil y no un exámen médico, y que, tanto, no quieren que el reglamento cambie.
Para ello, han propuesto al Ministerio del Interior y a la Dirección General de Tráfico un Protocolo de Exploración que, recuerda el presidente de CRC, Juan Luis Arévalo, en el caso de que fuera adoptado, debería conllevar inspecciones periódicas a los centros, para asegurar que está siendo cumplido.
La verdad es que la propuesta es mucho más completa que todos los exámenes de los que en preducativa hemos tenido conociento: además de los datos personales, la historia clínica debe incluir los antecedentes médicos del conductor, sus hábitos tóxicos y el resultado de las exploraciones visual, cardiopulmonar, auditiva, del sistema locomotor y neurológico, así como un estudio psicológico, en el que se englobarán los trastornos mentales y de conducta, los relacionados con sustancias y las aptitudes perceptivo motoras.
Para ello, es prescindible que el médico esté acompañado, al menos, un auxiliar y un psicólogo, que debe realizar el test psicológico a solas con el paciente y en un entorno que ofrezca confianza a éste últo, con el objetivo de evitar las mentiras o, en todo caso, poder distinguirlas de las verdades, ya que, como decía uno de los mails que hemos recibido, si te preguntan si estás en tratamiento psiquiátrico y contestas que no, ¿quién sabe si es o no cierto?
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