Ahí estaban los de Prisa, con sus baterías orientadas hacia el Partido Popular. El titular de este fin de semana era rotundo, con valor de editorial, colocado sobre un artículo, para que quedara claro, si había dudas: ‘El enemigo es Esperanza'. Luego, leído el escrito, no sabías si se trataba del enemigo del diario El País, o si más bien la presidenta es enemigo del grupo, o del Pesoe, o de toda la socialdemocracia unida.
Hoy, preguntada el asunto este columnista, ante la cuestión de si ella es más enemigo que Rajoy para estas gentes sectarias, su respuesta ha sido espontánea, automática: ‘No me sorprende'. Luego no ha querido aclarar si su falta de sorpresa contiene el hecho de que Rajoy es mejor adversario para la izquierda. Es decir, no ha querido ahondar en la constatación de que, es cierto, los socialdemócratas y sus capillas prefieren al gallego como rival, y temen la irrupción de Aguirre. Ayer tarde lo sostuve en la radio, y hoy lo amplío en este Micromega: llegado el día, si llega, Aguirre será más capaz que Rajoy de establecer distancias y discrepancias con los Ramírez y Losantos y las tribunas mediáticas que regentan.
ALFREDO URDACI, PERIODISTA
