La Comisión Europea ha hecho públicas toda una serie de medidas que, a su juicio, deberían ser incoradas de serie en todos los vehículos antes del próxo 2012 y que redundarían en beneficio, sobre todo, de dos aspectos: la ecología y la mejora de la Seguridad Vial, tanto de los ocupantes de los vehículos como de los peatones. Entre otras medidas, la inclusión del ESP, AEBS y BAS o la utilización, como norma, de neumáticos de baja resistencia a la rodadura y de sistemas de control de la presión, que, a la vez que mejoran la seguridad, reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera.
La inclusión del Control Electrónico de Estabilidad (ESP) en todos los vehículos nuevos, incluyendo los industriales, debería ser progresiva desde 2012, de modo que en 2014 todos incluyan ya este dispositivo. El ESP actúa sobre el sistema de frenado o sobre el motor para ayudar al conductor a mantener el control del automóvil en condiciones críticas, evitando sobrevirajes y subvirajes.
Los Sistemas Avanzados de Frenado de Emergencia (AEBS) están pensados sobre todo para vehículos de gran tamaño y utilizan sensores para alertar al conductor de que está demasiado cerca del vehículo que le precede, pudiendo incluso llegar a detener el automóvil. Del mismo modo, el Sistema de Advertencia de Abandono de Carril (LDW) advierte al conductor de que su vehículo corre el riesgo de salirse de su carril, principalmente falta de atención. Ambos deberían comenzar a plantarse a partir de 2013.
Por lo que se refiere a los neumáticos, desde 2012 será obligatorio que tengan baja resistencia a la rodadura, lo que servirá para reducir el consumo de combustible. Además, para evitar consecuencias negativas sobre la seguridad, entrarán en vigor requisitos específicos, así como nuevas normas sobre el ruido.
Por otro lado, también desde 2012 serán obligatorios los sistemas de control de la presión, que avisarán al conductor cuando la presión esté muy debajo de los niveles óptos, lo que mejorará la eficiencia del combustible y el rendiento de los neumáticos.
Ambas medidas tienen, según la Comisión, un potencial de ahorro del combustible del 3% y 2,5%, respectivamente, mientras que los nuevos sistemas de seguridad incluidos, sobre todo en los vehículos pesados, pueden llegar a salvar alrededor de 2.500 vidas anuales.
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